Los carburantes tocan nuevos máximos anuales y llenar el depósito es hasta un 22,5% más caro que hace un año
El precio de los carburantes ha escalado a nuevos máximos anuales en la segunda semana de agosto, haciendo que el llenado del depósito del coche sea ya hasta un 22,5% más caro que hace un año.
En concreto, el precio medio del litro de gasolina se ha encarecido algo más de un 0,2% respecto a la primera semana de agosto, para situarse en casi 1,420 euros, en máximos desde finales de julio de 2014, según datos del Boletín Petrolero de la Unión Europea recogidos por Europa Press.
Por su parte, el precio del gasóleo ha repuntado ligeramente esta semana, hasta los 1,270 euros, en niveles máximos desde noviembre de 2018.
De esta manera, el llenado del depósito en esta segunda semana del mes de agosto es ya un 22,5% más caro, para el caso de la gasolina, y un 19,8% más elevado, en el gasóleo, que hace un año.
HASTA 14,3 EUROS MÁS
En concreto, llenar un depósito medio de gasolina de 55 litros cuesta ahora unos 78,09 euros, unos 14,3 euros más que hace un año, mientras que en el caso de repostar con gasóleo asciende a unos 69,87 euros, unos 11,6 euros más que en la operación salida de agosto de 2020.
Antes de la pasada Semana Santa, ambos carburantes ya recuperaron los niveles preCovid. En lo que va de año, el precio medio del litro de gasolina acumula ya un encarecimiento de más del 18%, mientras que el del gasóleo remonta más de un 17%.
Este incremento en los precios de los carburantes en los últimos meses ha venido de la mano de la recuperación en el precio del petróleo. El precio del barril de petróleo de calidad Brent, referencia para el Viejo Continente, se sitúa este jueves en los 71,1 dólares (70,6 dólares hace una semana), mientras que el Texas ronda los 68,8 dólares (68,6 dólares la semana pasada).
Pese a este incremento, el precio de la gasolina sin plomo de 95 está en España por debajo de la media de la UE, situada en 1,549 euros el litro, y de la zona euro, con un precio medio de 1,601 euros. En el caso del diésel ocurre otro tanto, ya que el precio en la UE es de 1,372 y de 1,395 en la zona euro.
El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.