Los autónomos cántabros sufren más accidentes graves que los asalariados, según ATA

Los autónomos de Cantabria sufren más accidentes graves que los asalariados, según muestra un informe sobre siniestralidad del colectivo por cuenta ajena realizado por la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) y Mutua Universal.

En concreto, el 96,88% de los accidentes de los autónomos de Cantabria en la jornada de trabajo son de grado leve frente al 99,13% de los trabajadores por cuenta ajena.

Sin embargo de los accidentados autónomos, el 2,68% se consideró accidente grave frente al 0,63% de los trabajadores por cuenta ajena.

No hubo accidentes muy graves en el caso de los autónomos y en cuanto al porcentaje de mortalidad, también en los autónomos fue superior al de los asalariados (0,45% autónomos frente a 0,21 asalariados).

En diciembre de 2017, el número total de autónomos inscritos en contingencias profesionales en Cantabria ascendía a 8.506 personas, lo que representa una cobertura del 20,5% del total del colectivo (41.501 autónomos a cierre de diciembre de 2017), porcentaje éste ligeramente superior al 18,9% registrado, de media, en España. Es decir que únicamente uno de cada cinco autónomos de Cantabria tiene cubiertas las contingencias profesionales (accidentes de trabajo y enfermedades profesionales).

Los resultados que se recoge en el informe únicamente hacen referencia a ese 20,5% de autónomos que tienen contratadas las contingencias profesionales, que son de los que se disponen datos.

Así, en 2017 se notificaron en el Delt@ (Declaración Electrónica de Trabajadores Accidentados) en Cantabria un total de 6.065 accidentes de trabajo, de los que el 96,3% (5.841) correspondieron a trabajadores del Régimen General, y 224 fueron del Régimen Espacial de Trabajadores Autónomos (el 3,7%).

Por lo tanto, dos de cada cien autónomos (el 2,6%) que cotizaban en Cantabria por accidente de trabajo tuvieron un accidente laboral en 2017.

De los 224 accidentes sufridos por los autónomos de Cantabria a lo largo del pasado ejercicio, 115 (el 51,3%) fueron de actividades relacionadas con la agricultura. Le sigue el sector servicios, con 51 autónomos accidentados, la construcción (38 accidentes registrados), industria (12) y transporte, con ocho.

En cuanto al índice de incidencia, es decir, el número de accidentes durante la jornada laboral por cada 100.000 trabajadores expuestos al riesgo, el sector de la construcción es el de mayor índice de incidencia (5.108), seguido de agricultura (3.456), industria (3.030 accidentes) y transporte (2.564).

El 31,7% de los accidentes laborales de autónomos de Cantabria fueron padecidos por personas de más de 55 años, siendo éste el tramo de edad el que más accidentes sufrió en el conjunto de 2017. Los jóvenes de menos de 25 fueron los menos accidentados, al registrarse únicamente 5 accidente, el 2,23% del total.

Datos que contrastan con los trabajadores por cuenta ajena, donde el tramo de edad de más de 55 años sólo concentra el 15,65% del total de los accidentes laborales y los jóvenes menores de 24 años suponen el 4,25%, el doble de los autónomos.

Durante el año pasado, las lesión más frecuentes entre autónomos que cotizan por AT de Cantabria fueron esguinces, torceduras y distensiones, que concentraron uno de cada tres accidentes (el 34,83%). Seguidos de fractura cerradas y lesiones superficiales y cuerpos extraños en los ojos (el 14,29% y 13,80% del total). Junto con heridas abiertas y otras lesiones superficiales, abarcan el 77,24% del total de lesiones.

Respecto al momento de mayor siniestralidad, se suele producir en la franja horaria que va de las 10.00 a las 12.00 horas, cuando se produjeron el 30% de los accidentes. En el caso de los trabajadores por cuenta ajena, dicho porcentaje en el citado periodo se eleva al 40,63%.