Los anticuerpos monoclonales consiguen bajas tasas de COVID-19 grave, según un estudio
Un estudio de 10.775 pacientes adultos de alto riesgo durante la oleada de la variante delta de la COVID-19 a finales de 2021 ha demostrado que el tratamiento con uno de los tres anticuerpos monoclonales neutralizantes conduce a bajas tasas de enfermedad grave, hospitalización, ingreso en la UCI y mortalidad.
Entre los pacientes tratados en Mayo Clinic en Minnesota y Wisconsin del 1 de agosto al 1 de diciembre de 2021, que recibieron bamlanivimab/etesevimab, casirivimab/imdevimab o sotrovimab, 287 pacientes, o el 2,7 por ciennto, desarrollaron enfermedad grave que llevó a la hospitalización, a la suplementación con oxígeno o a la muerte en los 30 días siguientes al tratamiento.
Las tasas de enfermedad grave fueron del 1,2 por ciento para los pacientes tratados con bamlanivimab/etesevimab, del 1,6 por ciento para los pacientes con sotrovimab y del 2,9 por ciento para casirivimab-imdevimab.
Los datos muestran que los pacientes no vacunados corren mayor riesgo de padecer enfermedades graves. El ingreso en la UCI fue comparable entre los pacientes tratados con los tres productos de anticuerpos monoclonales antipico.
«Los anticuerpos monoclonales neutralizantes son eficaces para reducir el riesgo de hospitalización y de enfermedad grave debida a la COVID-19. La mejora de los resultados clínicos se muestra para los tres anticuerpos monoclonales que se utilizaron durante la oleada delta. Esa oleada ha pasado, y ahora nos enfrentamos a omicron y sus variantes. Pero las lecciones aprendidas de la experiencia delta siguen siendo válidas: Diagnosticar pronto, tratar pronto con anticuerpos monoclonales, y el riesgo de enfermedad grave se reducirá», ha apuntado el líder del estudio, Raymund Razonable.
La variante delta de la COVID-19 es casi dos veces más contagiosa que las variantes anteriores y puede causar una enfermedad más grave. El mayor riesgo de transmisión se da entre las personas que no están vacunadas. Las personas totalmente vacunadas también pueden infectarse y contagiar el virus a otros, aunque parece que las personas vacunadas contagian la COVID-19 durante un periodo más corto que las no vacunadas.
Durante los 30 días posteriores a la infusión de anticuerpos monoclonales, la mayoría de los pacientes que evolucionaron a la enfermedad grave no estaban completamente vacunados. De los 104 pacientes que requirieron cuidados en la UCI, el 69 por ciento no estaban completamente vacunados. Veinticinco pacientes murieron en los 30 días siguientes a la infusión, y todos ellos no estaban completamente vacunados.
«Los anticuerpos monoclonales funcionan. Funcionan mejor cuando se administran pronto. El mayor beneficio lo obtienen las personas con mayor riesgo de progresión de la enfermedad». La clave para los profesionales de la salud y los pacientes es: Hacer las pruebas pronto para poder tratarlas pronto», remacha el doctor Razonable.