Los amigos de los fallecidos en Lunada que viajaban detrás no vieron el coche pero sabían «que algo había pasado»
La Guardia Civil investiga lo sucedido
Los amigos de los cuatro jóvenes de Madrid fallecidos la noche del pasado sábado en el Puerto de Lunada, que viajaban en otro coche que iba por detrás –aunque no cerca– del siniestrado y que resultaron ilesos, no vieron al vehículo accidentado salirse de la vía pero «se percataron de que algo había pasado» al ver «algún objeto» del vehículo accidentado sobre la carretera que reconocieron.
Así, los cuatro acompañantes del segundo turismo no fueron testigos directos del accidente pero «sí se dieron cuenta de que algo había pasado», según ha podido saber Europa Press.
Por su parte, la Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer lo sucedido y los motivos por los que el coche accidentado se salió carretera autonómica CA-643 en el Puerto de Lunada, cerca del límite con Burgos, y se despeñó por una ladera cerca de 300 metros de altura, cayendo «en tonel», y dando «muchas vueltas de campana».
Y es que en el momento del accidente solo había «un poco de nieve» en la vía y no eran necesarias cadenas para circular, ni la carretera tenía ninguna medida restrictiva, si bien no se descarta que hubiera hielo y que éste haya tenido algo que ver en el siniestro, según informó el domingo el jefe provincial de Tráfico, José Miguel Tolosa.
«Es una carretera muy estrecha y entonces cualquier maniobra, cualquier distracción… Podría haber algo de hielo en la calzada, pues quizá eso es lo que ahora tienen que estudiar con detalle (la Guardia Civil) y es lo que provocó la salida de la vía, que quizá en otro tipo de carreteras hubiera tenido unas consecuencias mucho más pequeñas, pero en este caso concreto provocó el despeñamiento del vehículo», indicaba.
Por su parte, la delegada del Gobierno, Eugenia Gómez de Diego, se refirió a la presencia de niebla en la zona, y señaló que, aunque el puerto –de unos 1.317 metros de altura– se encontraba abierto al tráfico, en el momento del accidente «estaba nevando un poco».
«Si ese accidente se hubiera producido en otra en otra vía urbana o interurbana, las consecuencias no habían sido de las que estamos hablando ahora», apuntaba en el mismo sentido que Tolosa.
Como consecuencia del accidente, fallecieron los cuatro ocupantes de un vehículo, dos mujeres y dos hombres, un chico y una chica de 20 años, y otra pareja de 21, naturales de Madrid, que llevaban puesto el cinturón de seguridad.
LOS ACOMPAÑANTES YA ESTÁN EN MADRID
El Centro de Atención a Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria recibió la llamada de aviso en torno a las 22.00 horas desde el teléfono móvil de uno de los ocupantes del vehículo siniestrado, que envió una alerta automática tras detectar el impacto, y entorno a la medianoche se localizó el vehículo.
Hasta el lugar de los hechos se desplazaron, en un primer momento, bomberos del parque de emergencias de Villacarriedo, personal de mantenimiento de carreteras, la Guardia Civil de Tráfico y el servicio de emergencias sanitarias 061.
Ante la gravedad del siniestro y la dificultad de acceso a la zona en la que se encontraba el vehículo, fue necesaria la participación de bomberos de Santander y técnicos de rescate del Gobierno de Cantabria para proceder al rescate de los cuerpos, que se ha producido a las 1.25 horas, tras la autorización de la Guardia Civil, una vez certificada la muerte de sus cuatro ocupantes.
El rescate se prolongó hasta las 6.00 horas ante la dificultad de acceso. Ha sido un equipo de una decena de personas el que ha realizado las maniobras tanto de excarcelación como de reporte de los cuatro fallecidos.
El Gobierno también movilizó al lugar del siniestro al equipo de psicólogos para atender a los cuatro jóvenes que viajaban en un vehículo que acompañaba al siniestrado y que resultaron ilesos, que fueron trasladados a un alojamiento rural cercano al lugar del accidente y este domingo regresaron a Madrid.
Mientras que los restos mortales de los fallecidos también fueron trasladados ayer a Madrid, una vez concluyeron las autopsias en el Instituto de Medicina Legal de Cantabria, ubicado en Santander.
Los ocho jóvenes venían a Cantabria a pasar el fin de semana y el vehículo que se despeñó era el que iba el primero en la ruta. Los jóvenes que resultaron ilesos se encuentran «totalmente consternados».