Los accidentes de trabajo se reducen un 3,6% en Cantabria hasta agosto
UGT dice que la siniestralidad laboral sigue en «cifras inasumibles» y CCOO advierte que este verano ha marcado máximos desde 2009
Cantabria acumula 4.714 accidentes laborales hasta el pasado mes de agosto, un 3,6% menos que en el mismo periodo de 2023, de los que 4.186 se han producido en el centro de trabajo y otros 528 in itínere (en desplazamiento a o desde él), según las estadísticas difundidas este martes por el Instituto Cántabro de Seguridad y Salud en el Trabajo (ICASST).
Una disminución de algo más de un 3% similar a la contabilizada en los producidos en el centro de trabajo (4.186 por 4.343 el año pasado) y en in itínere (528 por 548 en 2023).
Del total de accidentes, siete son mortales, si bien el avance estadístico facilitado hoy se cierra hacia el día 20 de cada mes, por lo que no se incluye al último trabajador fallecido el pasado 27 de agosto (un operario de una grúa de una contrata de Solvay).
En agosto se han registrado 1.239 accidentes de trabajo en la comunidad, 597 de ellos con baja, entre los que se encuentran dos mortales a pesar de que las cifras oficiales solo recogen uno, como se ha indicado, y 642 sin baja.
Del total de los accidentes con baja, 519 se han producido en jornada y 78 in itínere, lo que supone un incremento del 1,36% en términos interanuales.
Ante estos datos, UGT ha denunciado que la siniestralidad laboral sigue en «cifras inasumibles», y CCOO ha advertido que este verano ha marcado máximos desde 2009.
En concreto, el técnico de UGT-Salud Laboral, Marcos Flores, ha subrayado que, al margen de que los accidentes de trabajo se reduzcan en comparación al año pasado en el acumulado, Cantabria continúa «en cifras inasumibles, con más de 4.000 siniestros laborales en los ocho primeros meses del año y la cifra más alta desde 2010» exceptuando el año pasado y un «anómalo 2022» porque en estas fechas había más de 3.000 afectados por Covid en el sector socio sanitario y actualmente, 319, según el sindicato.
Para Flores, esta disminución de la accidentalidad laboral en Cantabria «no puede ocultar el impacto que supone para la salud de los trabajadores la falta de prevención en los centros de trabajo».
En su opinión, «el primer gran problema es que no se cumple la normativa legal que garantiza la seguridad y salud de los trabajadores».
En este sentido, ha reclamado «una mayor vigilancia» de la normativa preventiva para frenar una tendencia creciente de la siniestralidad laboral «que no puede justificarse porque haya este año una media anual de 3.000 trabajadores más que en 2023 (225.235 por 222.015 el año pasado) con las contingencias de accidentes laborales y enfermedades profesionales cubiertas».
DATOS DE AGOSTO
Por su parte, la secretaria de Salud Laboral de Comisiones Obreras, Laura Lombilla, ha valorado los datos de siniestralidad laboral del mes de agosto y ha advertido que «no podemos estar mes tras mes sufriendo estos datos de accidentabilidad: las empresas tienen que asumir su responsabilidad y parar este desastre».
Lombilla ha denunciado que el verano de 2024 «ha marcado máximos y, al igual que ocurría en el mes de julio, este agosto también ha sido el de mayor accidentabilidad desde 2009, con 653 accidentes con baja, a excepción del 2022, distorsionado por las bajas Covid».
Respecto al mes anterior, a pesar del descenso de accidentes que se ha producido, con una reducción del 7,44%, el sindicato ha puesto el foco en el aumento de accidentes in itínere, con 13 más, un aumento del 20%.
La hostelería se ha posicionado como la actividad con más siniestralidad por primera vez en todo el año, con 89 bajas, el 17,18% del total. «El empleo estacional y precario tiene una relación directa con el aumento de los accidentes de trabajo», ha alertado la secretaria de Salud Laboral de CCOO de Cantabria, para quien «los datos nos dejan una terrible realidad de las personas que trabajan en empleos estacionales y que se encuentran sin formación, sin equipos de protección, precarizadas y vulnerables».
«La escalada de los accidentes tiene que parar y esto no va a suceder hasta que las empresas den un paso al frente y reconozcan que todo esto sucede por su pasividad, por la falta de inversión, por los riesgos psicosociales que sufren las plantillas y, en general, por el incumplimiento de la Ley de Prevención», ha reivindicado Lombilla.