Lobato insta a Euskadi a aplicar el impuesto a las grandes fortunas e incluir corresponsabilidad fiscal en el Cupo

Defiende un modelo de financiación autonómica en el que si una CCAA baja los impuestos reciba menos fondos porque eso es que necesita menos

Propone deflactar la tarifa de IRPF de rentas hasta 100.000 euros sobre todo a las bajas, para que los madrileños paguen menos que con el PP

El secretario general del PSOE de Madrid y candidato a presidir la Comunidad, Juan Lobato, plantea que el País Vasco aplique el impuesto a las grandes fortunas como se va a hacer en el resto de las Comunidades Autónomas. Al menos, asegura, mientras no se modifique el sistema de financiación autonómica en el que plantea que haya una corresponsabilidad fiscal, de tal forma que si una región baja los impuestos reciba menos fondos aplicando el principio de que si reduce la fiscalidad es por que necesita menos.

El dirigente socialista madrileño ha realizado estas afirmaciones durante una entrevista con Europa Press, después de que se haya publicado en varios medios que el PNV y el PSE negocian no aplicar el impuesto a las grandes fortunas en el País Vasco. Un impuesto que se está tramitando ahora en el Senado y con el que el Gobierno pretende compensar la baja fiscalidad en el impuesto de Patrimonio que tienen algunas autonomías del PP como Madrid o Andalucía.

Sin embargo, con la transferencia del citado impuesto a Euskadi, podría no llegar a aplicarse en esta Comunidad Autónoma, que cuenta ya con un impuesto de Patrimonio.

Al ser preguntado por esta cuestión, el líder socialista madrileño defiende que si no se va a tocar de momento el modelo de financiación autonómica, para que haya más corresponsabilidad fiscal, el País Vasco debería aplicar este impuesto.

En este sentido, explica que sobre este asunto tiene una posición «muy definida y muy clara»: «creo en el modelo de autonomía fiscal de la Constitución española, es decir, creo que cada comunidad tiene que tener la autonomía para decidir cuáles son sus tributos, para eso hay elecciones autonómicas y para eso hay un margen de decisión sobre los tributos autonómicos».

Pero esta cuestión, aclara, debe ir «directamente relacionada y condicionada al modelo de financiación autonómica». Y pone el ejemplo de los ayuntamientos para los que ya existe ese modelo, en el que cada municipio decide qué porcentaje pone al IBI que puede estar entre el 0,4 y el 1,1. Ese, señala, es todo el margen que tienen los alcaldes para decidir.

Así, señala que si los alcaldes deciden bajar el IBI a mínimos, el ayuntamiento obtiene menos financiación del Estado aplicando el principio de «si usted decide bajarlo al mínimo es que necesita menos», pero si el municipio «decide subirlo obtiene además más financiación del Estado».

Ese, en su opinión, es el modelo que se debería aplicar con las Comunidades Autónomas, es decir, que decidan según su autonomía fiscal, pero si bajan los impuestos, «especialmente a los millonarios», considera que será que «necesitan menos fondos» y en el modelo de financiación autonómica deberían corresponderles menos fondos.

En cuanto al País Vasco, que está fuera del modelo de financiación autonómica porque tiene sistema fiscal propio, Lobato señala que a la hora de negociar el Concierto Económico y el Cupo también tiene que estar presente ese «modelo de corresponsabilidad fiscal, con la salvaguarda que establece la Constitución, por supuesto».

Según Juan Lobato, que señala haber «estudiado, escrito, publicado y reflexionado durante muchos años» por la cuestión de la financiación autonómica, este planteamiento es «lo único que nos puede dar coherencia al común del sistema fiscal y de financiación, lo único».

Además, considera que eso daría la posibilidad en cada CCAA de tomar sus decisiones políticas de financiación, es decir, «de modelo fiscal y de inversión, de apuesta social y por los servicios y las competencias» que tiene cada región.

Sin embargo, el Cupo vasco acaba de negociarse y la reforma del modelo de financiación autonómica lleva años de retraso. Por ello, asegura que «si no se va a tocar el modelo de financiación, lo lógico es que sí lo aplicaran ellos también», en referencia al impuesto de grandes fortunas en el País Vasco.

Y en el caso contrario, es decir, de que el modelo de financiación autonómica se vinculara con esa corresponsabilidad fiscal «imprescindible» a su juicio, entonces sí «que decidan ellos si aplican o no, pero igual que el resto de comunidades autónomas, por ejemplo Madrid».

EL PATRIMONIO PRODUCTIVO, SIN IMPUESTO DE PATRIMONIO NI SUCESIONES

Dicho esto, Juan Lobato explica que la propuesta del PSOE para la comunidad de Madrid es la de eliminar el impuesto de Patrimonio y de Sucesiones para todo el patrimonio productivo. «Es decir, para todo patrimonio que tenga una persona física o que tenga empresas, acciones, viviendas, patrimonio inmobiliario que esté alquilando, para que no paguen ni un euro de impuestos, porque ya está generando actividad económica, empleos, ya está tributando por esa vía», precisa y exclama: «cómo le vamos a hacer que vuelva a pagar por impuesto de patrimonio o sucesiones».

Por el contrario, considera que debe pagar «el patrimonio especulativo, el multimillonario que tenga acciones en empresas en paraísos fiscales offshore » y ofrece la alternativa de que trasladen esos fondos a la Comunidad de Madrid y generen empleo y actividad económica.

REFORMA FISCAL: EL QUE GANA MENOS DE 100.000 EUROS PAGARÁ MENOS

También critica el modelo fiscal que está aplicando el PP en la región. A este respecto señala que los populares se dedican a «sacar titulares» cada semana afirmando que van a bajar los impuestos a «los sobrinos en las herencias», pero en realidad, afirma, el modelo fiscal de Ayuso es bajar al 90 por ciento de los ciudadanos entre 0 y 11 euros. Por el contrario, apunta, al 2 por ciento de las grandes fortunas les ha perdonado 992 millones.

Por ello, su partido ha presentado en la región una propuesta de reforma fiscal «completa y seria» en la que plantea ayudar a los que están sufriendo ahora el envite de la inflación que son las «rentas bajas, medias y medias-altas» para bajar los impuestos al 95 por ciento de los madrileños que, dice, «pagarán menos impuestos con nuestra reforma que con la del PP».

Eso sí, señala que al 5 por ciento de las grandes fortunas se les pide una contribución mayor. «Todo aquel que gana más de 100.000 euros, que es algo menos del 5 por ciento, por esa progresividad de los impuestos, tributará algo más», explica, pero recalca que «todo el que gana menos de 100.000 euros pagará menos impuestos».

Su propuesta incluye una «deflactación intensificada para esas rentas, con lo que verán reducidos los impuestos que pagan en Madrid en «mucha mayor cuantía a la que ha subido la inflación, especialmente las bajas». Por lo que considera que el efecto inflación no solo sería neutro, sino que sería positivo.

Algo que contrasta, señala con la bajada que propone el PP, que se aplicaría en mayo del próximo año, a pesar de que la inflación «se ha producido este otoño». «Sabe dios como estaremos en mayo del año que viene», exclama Lobato quien carga contra el «populismo de Ayuso».

SUPRIMIR LOS 20 CÉNTIMOS DE LA GASOLINA DE MANERA PROGRESIVA

En cuanto a la posibilidad de que el Gobierno suprima los 20 céntimos de bonificación de las gasolinas a partir del 1 de enero de 2023, la posición de Lobato es la de ir a un modelo progresivo e ir reduciendo esta ayuda de manera «escalonada» y «acorde con lo que van descendiendo los precios de la energía».

No obstante, admite que la aplicación es compleja y debe ser el Ministerio y las Comisiones Técnicas quienes decidan el esquema. Argumenta que se trata de una medida muy puntual para paliar el efecto de la inflación pero no cree que tenga sentido «incentivar el uso de hidrocarburos».