Latinoamérica experimentará un crecimiento más lento de lo esperado en 2022, según el Banco Mundial
El economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, William F.Maloney, estima que el crecimiento de la región será más lento de lo esperado, con una previsión del 2,8% para 2022 y del 2,6% para 2023.
Así lo ha expresado F.Maloney durante su intervención en una jornada organizada por el Club de Exportadores e Inversores y Madrid Investment Attraction, la oficina de atención a la inversión extranjera del Ayuntamiento de Madrid.
El economista ha explicado que la región latinoamericana ha sido una de las más afectadas por el Covid-19 en todo el mundo, lo que ha provocado una caída importante del empleo que, si bien comenzó a remontar a partir del tercer trimestre de 2020, en la actualidad aún no ha podido recuperar los valores previos a la pandemia, debido en buena parte al bajo ritmo de vacunación en la mayoría de los países de la zona.
No obstante, Maloney ha subrayado que la recuperación económica de la región durante 2021 «ha superado las previsiones» y propiciado que emerjan nuevos sectores productivos.
«Por lo general, las tasas de crecimiento del PIB han sido robustas en la mayoría de los territorios», según el economista, aunque no lo suficiente como para compensar las pérdidas experimentadas durante 2020.
Destacan, por ejemplo, el crecimiento por encima del 10% de países como Perú, Chile y Panamá, o el crecimiento de República Dominicana y Belice, que supera el 8%. Algunos de los grandes países, como México o Brasil han crecido en el entorno del 4%.
En este contexto, la recuperación latinoamericana será lenta, pese a que los factores globales «son favorables». «Todo parece indicar que el crecimiento de la región volverá a valores de la década de 2010, que fue inferior al de otras regiones del mundo», ha apostillado.
El experto ha asegurado que el gran reto para Latinoamérica en los próximos años será conseguir reconstruir una economía dinámica «bajo un marco de restricciones fiscales». En este sentido, el economista jefe del Banco Mundial ha recalcado la importancia de invertir en educación superior y en infraestructuras, además de una renovación de los sistemas energéticos de los países basados en energías renovables.