Las viviendas recibidas por herencia bajan al 15% su peso en la oferta disponible para compra o alquiler
Las viviendas recibidas por herencia representan actualmente el 15% de la oferta disponible en el mercado tanto para vender como alquilar, porcentaje dos puntos inferior al de 2023, según un estudio de Fotocasa Research sobre las viviendas heredadas en España elaborado en el primer semestre del año.
De acuerdo con este estudio, el porcentaje de la oferta procedente de vivienda heredada se ha reducido dos puntos porcentuales con respecto al año anterior, cuando alcanzaba el 17%, con lo que la cifra de 2024 coincide con la que se registró dos años antes, en 2022, cuando también alcanzó el 15%.
Sin embargo, el análisis indica que la incidencia de la oferta de vivienda heredada varía dependiendo del mercado al que se dirige. De este modo, los herederos suponen un 21% de quienes venden algún inmueble, un porcentaje dos puntos inferior al 23% de 2023 y de nuevo igual que el de 2022.
EL 10% DE LOS HEREDEROS OPTA POR ALQUILAR
Por su parte, entre los arrendadores, el porcentaje baja a la mitad, ya que solo se encuentra un 10% de españoles que hayan recibido en herencia la vivienda objeto de la operación, lo que supone el descenso de un punto respecto a 2023.
De esta manera, según indica el documento, estos datos señalan que las viviendas recibidas por sucesión tienen más salida por el lado de la venta que del alquiler.
En este sentido, la directora de estudios y portavoz de Fotocasa, María Matos, ha explicado que, teniendo en cuenta estas cifras, podrían crearse por parte de la administración «programas específicos de asesoramiento, gestión y captación de las viviendas que salen al mercado para destinarlas al arrendamiento».
«Sería una vía que podría ser un impulso para ampliar el parque de vivienda que a la larga podría impactar en el equilibrio de los precios», ha comentado Matos.
LOS MOTIVOS PERSONALES, PRIMER MOTIVO PARA VENDER
Respecto a los motivos de los herederos para optar por vender el inmueble recibido, existen dos razones fundamentales. Por un lado, según indica el documento, se encuentran los motivos personales para la necesidad de vender, que se aducen en el 37% de los casos, mientras que en segundo lugar se sitúa la razón de evitar complicaciones con el pago del alquiler, que alcanza el 23% de las respuestas.
Por otro lado está el motivo de no querer inquilinos que estropeen la vivienda, argumentado por el 22% de los herederos, seguido por la imposibilidad de asumir los costes que comporta la vivienda heredada, razón argüida por el 16% de los consultados.
Otras razones destacadas son que el alquiler no ofrece mucha rentabilidad (12%), que no existen beneficios fiscales que compensen los riesgos (11%) y que es un buen momento porque los precios suben (8%, frente al 6% de 2023).
LA LABOR DE LAS INMOBILIARIAS, LA MAYOR DIFICULTAD PARA VENDER
En este sentido, el informe destaca, por su fuerte decrecimiento, el motivo de vender la vivienda heredada por deseo de adquirir otro inmueble, que decae desde el 15% de febrero de 2023 hasta el 6% de doce meses después.
Así, como conclusión, el documento explica que los motivos de estos vendedores herederos no difieren mucho de los que esgrimen los vendedores en su conjunto, aunque sí que hay ciertos matices, como, por ejemplo, que los herederos señalan más el no querer tener problemas con el pago del alquiler, mientras que los vendedores en general señalan más el querer comprarse otra vivienda.
En lo que se refiere a las dificultades para la venta con las que se topan los herederos vendedores, encabeza la lista la labor de las inmobiliarias, aspecto señalado por el 22%, el mismo porcentaje que en 2023, seguido del motivo del elevado precio, indicado en el 17% de las consultas.
Estas dos suponen también las principales dificultades para los vendedores en general, aunque en porcentajes superiores (24% y 25%, respectivamente).
BAJA LA DESCONFIANZA HACIA LOS INQUILINOS
La tercera complicación que se expone es la escasa disponibilidad de tiempo para enseñar la vivienda, circunstancia que es reseñada en el 13% de las ocasiones, seguida de la ubicación de la vivienda, con un 12%, y la elevada cantidad de ofertas recibidas, con un 11%.
Según el análisis, una dificultad que «se desinfla» con respecto a los años anteriores es la que tiene que ver con la desconfianza sobre los posibles inquilinos, que cae a un 3% después de haber alcanzado en 2023 el 11%.
Por último, el informe indaga sobre las razones fundamentales para alquilar en lugar de vender la vivienda heredada, llegando a la conclusión de que se apoyan sobre todo en tres argumentos. El primero es que supone una fuente de ingresos, seguido del hecho de preferir que esté ocupada y, en tercer lugar, la rentabilidad que ofrece el alquiler.
Al comparar el arrendador heredero con el conjunto de los arrendadores, se observa que el podio de motivos para alquilar coincide, si bien la segunda posición, en este caso, la ocupa la rentabilidad que ofrece el alquiler.
En lo que corresponde al principal freno de los herederos arrendadores a la hora de alquilar la vivienda, prima la desconfianza sobre los posibles inquilinos, seguido de la disponibilidad de tiempo para enseñar la vivienda, la labor de inmobiliarias y agencias y la elevada cantidad de ofertas.