Las RSF, sobre las imágenes de milicianos en un sitio patrimonio de la UNESCO en Sudán: «Solo hacían fotos»
Una ONG sudanesa denuncia la presencia de milicianos en el sitio arqueológico y la UNESCO pide no usarlos militarmente ni atacarlos
Las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) han reafirmado este domingo su compromiso con la protección del patrimonio cultural de Sudán después de que una ONG rebelase imágenes de un grupo de milicianos «fuertemente armados» en el sitio arqueológico de la isla de Meroe, inscrito en la Lista del Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Respecto a las imágenes, las RSF han confirmado la presencia de un grupo de milicianos en el lugar y han precisado que, según sus investigaciones, estos solo se presentaron para hacer fotografías y que su intención no era mantener una presencia prolongada, según han informado en su cuenta de la red social X, antes Twitter.
«Nuestras investigaciones han revelado que el personal de las RSF entró en estos sitios arqueológicos únicamente para tomar fotografías, confirmando su presencia en el estado de Río Nilo (noreste). Su intención no era permanecer en los yacimientos o cerca de ellos. Los que tomaron fotografías abandonaron rápidamente la zona», han publicado los paramilitares, declarados en rebeldía desde el estallido de la guerra contra el Ejército sudanés en abril de 2023.
En ese sentido, han reiterado su intención de proteger el patrimonio histórico y arqueológico de Sudán por su significado «para el pueblo sudanés, africano y para la comunidad internacional». También han recordado que previamente ya se había difundido la supuesta destrucción del Museo Nacional de Sudán por parte de las RSF, algo que «ha acabado siendo falso».
IMÁGENES EN REDES SOCIALES Y DENUNCIA DE UNA ONG
La semana pasada, la ONG sudanesa Emergency Lawyers denunció la presencia de milicianos de las RSF en el citado lugar, basándose en imágenes difundidas en redes sociales, por lo que instó a dejar fuera del conflicto a este tipo de sitios culturales en una zona donde las operaciones militares «se están expandiendo».
Emergency Lawyers recordó que allí se encuentran dos de los monumentos históricos más importantes del país, entre los que destacan las pirámides nubias, y que la Convención de la Haya sobre la Protección de los Bienes Culturales durante los Conflictos Armados obliga a ambos contendientes a no usar bienes culturales ni lugares adyacentes para no exponerlos a daños o destrucción.
LA UNESCO PIDE A LAS RSF Y AL EJÉRCITO RESPETAR LOS LUGARES
Después de que esta información saliese a la luz, la UNESCO realizó un llamamiento a las RSF y al Ejército para que respetasen «plenamente» tanto el Derecho Internacional como la Convención de la Haya, además de mostrarse «atenta» a la situación.
«Habida cuenta de los elevados riesgos de saqueo y tráfico ilícito de bienes culturales debido a la reducida capacidad de seguridad de los sitios del patrimonio sudanés, la UNESCO también hace un llamamiento a la vigilancia de las fuerzas del orden, los agentes del mercado del arte y todos los profesionales de la cultura para que se abstengan de adquirir o participar en la importación, exportación o transferencia de propiedad de bienes culturales cuando tengan motivos razonables para creer que los objetos han sido robados, enajenados ilegalmente, excavados clandestinamente o exportados ilegalmente desde Sudán», reza un comunicado del organismo.
Los sitios arqueológicos de la isla de Meroe, un paisaje semidesértico entre los ríos Nilo y Atbara, fueron el corazón del reino de Kush desde el siglo VIII antes de Cristo hasta el siglo IV después de Cristo, y fueron inscritos en 2011 como Patrimonio Mundial.
La guerra estalló tras fuertes discrepancias entre el Ejército y las RSF sobre la integración del grupo paramilitar en el seno de las Fuerzas Armadas, que hicieron descarrilar el proceso de transición abierto tras el derrocamiento en 2019 del expresidente Omán Hasán al Bashir después de 30 años en el poder. El conflicto ha desatado una grave crisis humanitaria que ha dejado ya más de siete millones de desplazados.