Las personas que sufren abusos sexuales son más propensas a fumar y comer en exceso, según un estudio
MADRID, 11
Un estudio de la Universidad de Adelaida (Australia) ha concluido que las personas que alguna vez sufrieron acoso o abuso sexual tienen una calidad de vida inferior a las que viven con enfermedades crónicas como enfermedades cardíacas, diabetes, depresión o ansiedad severa. También son mucho más propensos a mostrar comportamientos dañinos como la dependencia de fumar y comer en exceso.
El estudio, publicado en la revista BMC Public Health , investigó a cerca de 3.000 australianos que participaron en entrevistas personales utilizando preguntas para medir la edad de inicio y la duración del bullying y la agresión sexual, y sus resultados durante las entrevistas domiciliarias. El estudio incluyó participantes de todas las edades, entornos urbanos y rurales y niveles socioeconómicos que viven en el sur de Australia.
Mientras que el 60-70 por ciento de estas formas de abuso ocurrieron en la niñez o la adolescencia, se asociaron con peores resultados durante etapas más adelante en la vida. «El abuso sexual y el bullying se relacionaron con comportamientos dañinos como la dependencia del hábito de fumar y la alimentación compulsiva, el uso de antidepresivos y la calidad de vida reducida», explica uno de los autores, David González-Chica, de la Facultad de Medicina de esta universidad australiana.
En el estudio, aquellos que sufrieron acoso escolar y abuso sexual tenían tres veces más probabilidades de ser comedores compulsivos que las personas que nunca habían experimentado estas formas de abuso. Además, el uso de antidepresivos fue hasta cuatro veces más probable y la dependencia del hábito de fumar fue dos veces más frecuente.
Si alguien tuvo dos o más resultados adversos (dependencia del hábito de fumar, consumo excesivo de alcohol, uso de antidepresivos y una menor calidad de vida), la probabilidad de que hayan sufrido acoso escolar y/o abuso sexual osciló entre el 60 y el 85 por ciento.
«El estudio demostró que es factible utilizar este tipo de preguntas cortas cara cara, pero bien estructuradas, en lugar de largos cuestionarios para explorar estos temas, que son muy complicados debido a la naturaleza sensible de estas preguntas. Esto es particularmente importante para las citas médicas donde hay un tiempo limitado para explorar tantos resultados diferentes», detalla el investigador.
«Si un médico encuentra s un paciente con múltiples conductas dañinas, como la dependencia del hábito de fumar y la alimentación compulsiva, que está deprimido y tiene una calidad de vida más baja, debe considerar la posibilidad de explorar si estos pacientes fueron víctimas de acoso y/o abuso sexual. De acuerdo con nuestros resultados, es muy probable que hayan sufrido estas formas de abuso», concluye.