Las personas que se sienten más seguras en el lugar donde viven pierden más peso, según un estudio
Un estudio preliminar, llevado a cabo en Países Bajos, ha demostrado que la sensación de seguridad en el vecindario está vinculada a una mayor pérdida de peso cuando se participa en intervenciones sobre el estilo de vida.
En el estudio, el término seguridad en el vecindario abarcaba cuatro dimensiones como no sentir miedo a la delincuencia o al acoso mientras se camina por el vecindario, sentirse seguro mientras se camina o se va en bicicleta debido al tráfico denso, alumbrado público adecuado durante la tarde y la noche y ausencia de jóvenes merodeando por la zona.
En este sentido, el nivel socioeconómico más bajo, medido a menudo a través de las características del barrio o los códigos postales, es un conocido factor de riesgo de obesidad. Las intervenciones en el estilo de vida, como los programas de dieta y ejercicio, pueden desempeñar un papel importante en la lucha contra la obesidad. Sin embargo, poco se sabe sobre el efecto de las características del vecindario en el éxito de tales intervenciones.
Para saber más, Boëlle Brouwer, del Centro Médico Universitario de Rotterdam (Países Bajos), estudió la relación entre las características del vecindario y los cambios en el perímetro de la cintura y el peso de las personas que participaban en una intervención multidisciplinar combinada de 1,5 años sobre el estilo de vida.
En el estudio participaron 122 personas con obesidad (74,6 por ciento mujeres, IMC medio de 39 kg/m2) que tomaron parte en la intervención, que incluía asesoramiento dietético combinado con ejercicio y terapia cognitivo-conductual, entre octubre de 2011 y abril de 2022.
Antes del inicio del programa, se pidió a los participantes que cumplimentaran un cuestionario de evaluación de las características del vecindario centrado en cinco factores: seguridad del barrio, atractivo del barrio (la presencia de árboles a lo largo de la carretera, la existencia de un parque cercano, un aspecto limpio y ordenado del barrio y el atractivo general de la zona como lugar deseable para vivir), cohesión social (sentirse solo cuando se está en el barrio, las personas del barrio tienen interacciones sociales positivas entre sí y las personas del barrio están dispuestas a ayudarse mutuamente), el acceso a tiendas de comestibles (la posibilidad de hacer la compra diaria en el barrio) y el acceso a instalaciones deportivas (tener instalaciones deportivas cerca).
Las puntuaciones más altas en seguridad vecinal se asociaron con una mayor pérdida de peso al cabo de 10 semanas. En concreto, un aumento de un punto en la puntuación de seguridad vecinal se asoció con una pérdida de peso inicial un 1,3 por ciento mayor.
Del mismo modo, una mayor sensación de seguridad en el vecindario se relacionó con una mayor pérdida de peso y una mayor disminución del perímetro de la cintura al final del programa (al cabo de 1,5 años). Un aumento de un punto en la puntuación de seguridad en el vecindario a largo plazo se asoció con una disminución media del 3,2 por ciento en el peso y una disminución media del 2,6 por ciento en el perímetro de la cintura (esto último indica un cambio favorable en la composición corporal hacia una menor acumulación de grasa abdominal).
Estos resultados fueron independientes del sexo, la edad y el nivel educativo. «Hay varias razones posibles por las que la seguridad en el vecindario es importante. Es posible que la gente esté menos dispuesta a salir a la calle si se siente insegura, lo que reduciría su actividad física. Otra explicación podría ser que los sentimientos de inseguridad aumentan los niveles de estrés, lo que puede contribuir a un comportamiento alimentario poco saludable y al aumento de peso. Tampoco podemos descartar que la seguridad del vecindario esté asociada a otros factores, como la pobreza, que pueden ser importantes para la asociación que encontramos».
Sin embargo, hubo indicios de una posible relación entre el atractivo del barrio y la pérdida de peso a largo plazo y los cambios en el perímetro de la cintura, cuando se ajustaron por sexo, edad y nivel educativo.
«Nuestros resultados indican que sentirse inseguro en el lugar donde se vive puede reducir las posibilidades de perder peso con éxito en respuesta a intervenciones combinadas sobre el estilo de vida», ha afirmado Brouwer.