Las personas con riesgo de sufrir endocarditis infecciosa deben recibir antibióticos antes de una extracción dental

Las personas con alto riesgo de desarrollar endocarditis infecciosa (EI), una infección potencialmente mortal, deberían recibir antibióticos antes de someterse a procedimientos dentales invasivos, como una extracción, según una nueva investigación de la Universidad de Sheffield (Reino Unido).

Los resultados del estudio, dirigido por el profesor Martin Thornhill, de la Facultad de Odontología Clínica de la Universidad, validan las orientaciones de Estados Unidos, Europa y otros países, que recomiendan administrar antibióticos a los pacientes de alto riesgo antes de someterse a procedimientos dentales invasivos.

En cambio, sugiere que las directrices actuales del Reino Unido contra el uso de antibióticos en estos casos, emitidas por el Instituto Nacional para la Salud y la Excelencia en la Atención (NICE), podrían estar poniendo a los pacientes de alto riesgo en un peligro adicional.

«La EI es una infección cardíaca poco frecuente pero devastadora, en la que alrededor del 30 por ciento de las personas mueren durante el primer año después de padecerla», advierte Thornhill, primer autor del estudio.

Según el experto, entre el 30 y el 45 por ciento de los casos de EI están causados por bacterias procedentes de la boca, pero lo que no estaba claro y se discutía hasta ahora es si existe una fuerte relación entre los procedimientos dentales invasivos y la EI en pacientes con alto riesgo de desarrollar la infección.

La investigación, publicada en la revista Journal of the American College of Cardiology , se realizó en Estados Unidos, y es la primera que demuestra que la profilaxis antibiótica reduce el riesgo de EI tras un tratamiento dental invasivo en las personas con alto riesgo de desarrollar la infección.

Desde la década de 1950, los comités de directrices de todo el mundo han recomendado que las personas con mayor riesgo de EI reciban antibióticos antes de someterse a extracciones. Sin embargo, nunca ha habido ninguna investigación sólida que vincule directamente los procedimientos dentales con el desarrollo de la EI ni ningún estudio que demuestre que la profilaxis antibiótica es eficaz para reducir el riesgo de desarrollar la EI.

Debido a esta falta de pruebas, a la preocupación por el uso innecesario de antibióticos y al riesgo de que la profilaxis antibiótica pueda promover el desarrollo de bacterias resistentes a los antibióticos, los comités de directrices han reducido desde entonces el número de personas a las que se recomienda la proxilaxis, actualmente aconsejada solo a aquellos pacientes de alto riesgo de sufrir EI.

En el Reino Unido, sin embargo, el NICE fue más allá al afirmar que «la profilaxis antibiótica contra la EI no se recomienda de forma rutinaria para las personas que se someten a procedimientos dentales».

El estudio de Sheffield analizó el historial médico de casi ocho millones de personas en EE.UU. durante un periodo de 16 meses, incluyendo 36.773 individuos con alto riesgo de EI. Los investigadores se fijaron en si los pacientes se habían sometido a un tratamiento dental invasivo, si habían desarrollado una EI en los 30 días siguientes y si se les había administrado AP antes del procedimiento.

Los investigadores descubrieron que 3.774 de los estudiados desarrollaron EI en los 30 días siguientes al tratamiento dental. También descubrieron que el riesgo de desarrollar una EI era 160 veces mayor en las personas con alto riesgo de EI que en la población general de bajo riesgo.

La asociación entre los procedimientos dentales invasivos y la EI fue especialmente fuerte en el caso de las extracciones dentales y los procedimientos quirúrgicos orales. Para los pacientes de alto riesgo de EI, el riesgo de desarrollar la enfermedad era de una de cada 250 extracciones y de una de cada 100 intervenciones de cirugía oral sin cobertura de profilaxis antibiótica. El riesgo en la población general de bajo riesgo era extremadamente pequeño.

Sin embargo, el estudio revela que solo el 32,6 por ciento de los pacientes de alto riesgo de EI recibieron la proxilaxis antes de los procedimientos dentales invasivos.

Esto permitió a los investigadores estudiar la eficacia de los antibióticos antes de la intervención, y descubrieron que el riesgo de desarrollar EI era casi 10 veces mayor cuando las extracciones dentales se realizaban en pacientes de alto riesgo sin cobertura de antibióticos que cuando se realizaban con cobertura.

Del mismo modo, el riesgo de EI era 12,5 veces mayor cuando se realizaban procedimientos de cirugía oral en pacientes de alto riesgo sin profilaxis antibiótica que cuando se realizaban con ella.

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