Las ONG alertan de que Hodeida sigue siendo el lugar más peligroso de Yemen pese a los acuerdos
La región de Hodeida se ha mantenido este 2019 como la más peligrosa de Yemen y ha sumado una cuarta parte del total de víctimas civiles, según un grupo de ONG que han lamentado la falta de avances prácticos tras la firma de los acuerdos para pacificar la zona hace ya un año.
Más del 40 por ciento de todos los incidentes violentos con armas ocurrieron en la gobernación de Hodeida, a la que también corresponden una cuarta parte de las 3.086 víctimas civiles de todo el país (799), a pesar del alto el fuego contemplado para la ciudad portuaria.
Además, según las organizaciones humanitarias, Hajjah, Hodeida y al Dhale concentran la mitad de la cifra de desplazados en todo el país, estimada en unas 390.000 personas.
Yemen es, a día de hoy, la mayor crisis humanitaria del mundo, con diez millones de personas sufriendo hambre y siete millones víctimas de desnutrición. Desde el Acuerdo de Estocolmo se han producido más de 2.100 incidentes violentos que han afectado a la población civil, mientras que 1.008 personas han muerto víctimas de la violencia armada, que no entiende de instalaciones teóricamente protegidas ni de grupos vulnerables.
«Como organización humanitaria que trabajamos en Yemen, creemos que es inconcebible que después de casi cinco años, los yemeníes sigan sufriendo una crisis humana de estas proporciones. Los civiles siguen sufriendo las peores consecuencias y soportando la peor parte de la violencia», han lamentado las ONG, entre ellas Acción contra el Hambre, Médicos del Mundo, Oxfam y Consejo Noruego para Refugiados.
VENTANA DE ESPERANZA
El acuerdo suscrito el mes pasado en Riad y el aparente descenso de los combates representa, en opinión de las ONG, «una verdadera ventana de oportunidad para poner fin a la guerra». Sin embargo, «si no se toman medidas urgentes, podríamos visualizar otros cinco años de conflicto, lo que conducirá a una catástrofe mayor para la población civil».
Por ello han instado a todas las partes implicadas directamente en el conflicto, así como a Naciones Unidas y a los países donantes, que colaboren para acelerar la aplicación del Acuerdo de Estocolmo, con vistas a «generar confianza» y seguir aplicando medidas de distensión como la reapertura del aeropuerto de Saná para las evacuaciones médicas.
No obstante, han recordado que «lo que más necesita Yemen es poner fin a la violencia», para lo cual es necesaria «una solución política que tenga en cuenta las necesidades de las mujeres, los niños y niñas y toda la sociedad civil».