Las mujeres tienen mayor riesgo de sufrir efectos adversos graves por la inmunoterapia del cáncer, según estudio
Un equipo de la Red de Investigación Oncológica SWOG, que ha analizado los datos de más de 20.000 pacientes de más de 200 ensayos clínicos, ha evidenciado que las mujeres tienen un mayor riesgo de sufrir efectos adversos graves con dos modalidades importantes de tratamiento del cáncer: la terapia dirigida y la inmunoterapia.
Los resultados, publicados en la revista científica Journal of Clinical Oncology , muestran que en general las mujeres tenían un riesgo de toxicidad grave un 34 por ciento mayor que los hombres. El riesgo era mayor en las tres formas de tratamiento, especialmente en la inmunoterapia, donde era un 49 por ciento mayor que en los hombres. Los investigadores afirman que sus resultados respaldan la ideventos adversos de que el sexo puede modular de forma independiente la toxicidad de los fármacos.
«Se sabe que las mujeres sufren más toxicidad por la quimioterapia que los hombres, pero casi ninguna investigación ha pretendido comprender si ese patrón se mantiene en tratamientos novedosos como la inmunoterapia o las terapias dirigidas. Encontramos grandes diferencias similares, especialmente para los tratamientos inmunológicos», explica el líder de la investigación, Joseph Unger.
Los investigadores analizaron los datos de 23.296 pacientes que se habían inscrito en 202 ensayos de tratamiento del cáncer dirigidos por el SWOG durante un periodo de 30 años. Los pacientes que participan en estos ensayos se someten a controles periódicos para detectar acontecimientos adversos.
Más de dos tercios de estos pacientes habían sido tratados con quimioterapia, y el resto había recibido terapia dirigida o inmunoterapia. En conjunto, habían experimentado 274.688 eventos adversos, y 15.051 pacientes, es decir, el 64,6 por ciento, habían sufrido al menos un eventos adversos grave, una toxicidad de grado 3 o superior.
Los investigadores clasificaron los eventos adversos en dos grandes categorías: eventos adversos sintomáticos (como el dolor o las náuseventos adversoss) y efectos medidos objetivamente, como la hipertensión arterial (eventos adversos objetivos). Los eventos adversos objetivos se clasificaron además como hematológicos (relacionados con la sangre o la médula óseventos adversos) o no hematológicos.
Las mujeres tenían un mayor riesgo de eventos adversos sintomáticos graves y de eventos adversos hematológicos objetivos graves en comparación con los hombres. En cuanto a los eventos adversos no hematológicos graves, los investigadores no encontraron diferencias estadísticamente significativas en las tasas de aparición entre ambos sexos. Las mujeres también tuvieron un mayor riesgo que los hombres de experimentar cinco o más eventos adversos graves.
Los autores afirman que las diferencias entre mujeres y hombres en cuanto a los efectos tóxicos del tratamiento pueden deberse a una serie de factores, como las diferencias en la forma en que las mujeres y los hombres informan de sus síntomas, las diferencias en la forma en que sus cuerpos procesan los medicamentos y las diferencias en la forma en que se les administran las terapias.
«Cada vez más, los tratamientos contra el cáncer serán más individualizados para los pacientes. Estos resultados indican que el sexo del paciente puede ser una consideración importante para el tratamiento individualizado, incluso para los nuevos tratamientos como la inmunoterapia», remacha Unger.