El presidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid, Julio Sanz, ha negado que el sector necesite una «liberalización» de los horarios porque perdería «seguridad y calidad» y ha recomendado a la presidenta, Isabel Díaz Ayuso, que antes de promover «medidas de dudoso beneficio» para el colectivo primero les escuche.

«No estaría mal que cuando se promueven medidas de dudoso beneficio para el colectivo se nos atendiera. Así podría beneficiarse el sector y no cuatro o cinco empresas que representan a plataformas que tributan fuera de España y se llevan allí el rendimiento (los vehículos de transporte con conductor –VTC–)», ha lanzado Sanz en declaraciones a Europa Press.

Así, ha censurado las declaraciones de Ayuso esta mañana en una entrevista en Antena3 donde ha dicho que apuesta por la modernización y digitalización del sector del taxi así como por la liberación de sus horarios, que les permitiría aumentar su recaudación un 60%, y por que los conductores VTC realicen un examen. Sobre ellas la FPTM ha mostrado «sorpresa e indignación».

Sanz ha acusado a Ayuso se «cuestionar» el sector y tener «desconocimiento o mal asesoramiento» acerca del mismo porque «no hay sector del transporte más moderno, con una calidad media alta, con vehículos con rotación de menos de cuatro años y que lleva introduciendo una década vehículos eco y cero».

Por otra parte, ha defendido que en el campo de la digitalización está «al amparo de muchas plataformas», entre las que ha citado Pidetaxi, que aglutina a «más de 20.000 taxistas en toda España».

«Lo que no tiene es la posibilidad de unos fondos económicos para rebajar las tarifas de obligado cumplimiento como es el taxi y luego multiplicar el precio en horas de alta demanda», ha deslizado Sanz sobre la variabilidad de los precios de las VTC.

Sobre los horarios con los que cuentan ha remarcado que se trata de una medida para garantizar además de la mencionada calidad «la compatibilidad con la vida y la conciliación laboral». El presidente de la FPTM ha pedido a la presidenta que no se deje «influenciar» para introducir «taxis negros» en detrimento de las 25.000 familias que viven del sector.