Las investigaciones apuntan a que los ladrones del Louvre tuvieron menos de un minuto para escapar
Las comparecencias ante una comisión del Senado de Francia sobre el robo que tuvo lugar el 19 de octubre en el museo del Louvre, situado en París, la capital francesa, han permitido sacar a la luz que los presuntos implicados tuvieron menos de un minuto para escapar del lugar de los hechos sin ser detectados por la Policía.
Un alto cargo ha señalado que los ladrones «lograron huir» de la escena en la que cometieron el delito por tan solo 30 segundos, por lo que el robo podría no logró ser evitado «por los pelos».
«Por muy poquito, los agentes de seguridad o la Policía podrían haber frustrado este robo», ha especificado el director de la Inspección General de Asuntos Culturales de Francia, Noel Corbin, durante una serie de declaraciones ante la Comisión de Cultura del Senado, según informaciones recogidas por el diario Le Figaro .
Otro de los presentes, Pascal Mignerey, un trabajador del Ministerio de Cultura, ha subrayado que una cámara colocada junto a la sala en la que se encontraban las joyas «grabó perfectamente la llegada de los ladrones, la instalación de la plataforma, su entrada en el balcón y, minutos después, su salida». «Sin embargo, estas grabaciones no se vieron en director y cuando se revisaron ya era demasiado tarde y los ladrones habían abandonado el edificio», ha apuntado.
Poco después del robo, el Ministerio de Cultura indicó que las joyas son de «bajo valor» y detalló que se trataba de la tiara del ajuar de la reina María Amelia y la reina Hortensia, el collar del ajuar de zafiro de la reina María Amelia y la reina Hortensia, un pendiente de un par del ajuar de zafiro de la reina María Amelia y la reina Hortensia, un collar de esmeraldas del ajuar de María Luisa, un par de pendientes de esmeraldas del ajuar de María Luisa, un broche conocido como broche relicario, la tiara de la emperatriz Eugenia y un gran lazo a modo de broche del corpiño de la emperatriz Eugenia.
A estas habría que añadir la corona de la emperatriz Eugenia, que fue encontrada dañada cerca del Museo del Louvre. Pese a todo, entre las joyas robadas no ha estado el famoso Regente, el diamante más grande de la colección, con un peso de más de 140 quilates.


