Las infecciones urinarias se convierten en uno de los principales problemas de la mujer en la menopausia

LAS PALMAS DE GRAN CANARIA, 18

Las infecciones urinarias se convierten en uno de los principales problemas de la mujer en la etapa de la menopausia y en este sentido se cifra en más del 10 por ciento de mujeres mayores de 50 años las que presentan este tipo de infecciones, según indicó el urólogo de la clínica Venegas Salud de Las Palmas de Gran Canaria, Francisco Ramírez.

El doctor ha hecho estas declaraciones en un acto con motivo del Día Mundial de la Menopausia, que se celebra el 18 de octubre de cada año, y que tiene como fin promover la información sobre esta etapa de la vida de la mujer y en el que uno de los principales problemas son las infecciones de orina recurrentes.

Ramírez ha apuntado que los cambios que provoca la menopausia, tales como el déficit hormonal y el debilitamiento del suelo pélvico o la existencia de pérdidas de orina, pueden provocar la aparición de esta molestia.

En este sentido, explicó que la infección de orina representa la colonización del aparato urinario por parte de gérmenes nocivos para la salud, afectando al aparato urinario inferior (vejiga y uretra) tanto en los hombres como en las mujeres. Sin embargo, afirmó que existe mayor prevalencia en las mujeres en las que el cuadro «es bien conocido», tales como molestias al orinar, sensación de vaciado de la vejiga incompleto, orina teñida de sangre y un aumento de la frecuencia al orinar incluso por la noche.

Así expuso que la mayor parte de veces estas infecciones se solucionarán con un antibiótico pero cuando se repiten, recomendó acudir al urólogo con el fin de «determinar si hay una alteración estructural anatómica o funcional del aparato urinario de la mujeres que pueda favorecer estas infecciones de orina tan frecuentes».

En cuanto a las causas que pueden originar la infección de orina en la menopausia indicó que una de ellas es la vaginitis atrófica, un trastorno que consiste en el adelgazamiento de las paredes de la vagina y en una disminución de su lubricación, a lo que el ginecólogo suele poner el tratamiento correspondiente; mientras que otra de las causas es el incorrecto vaciado de la vejiga, cuestión que sí debe supervisar un urólogo.

Sobre esto último apuntó que se puede encontrar también un componente obstructivo que puede aparecer con la edad y que hay que corregir.

FACTORES QUE FAVORECEN

Por otro lado, en cuanto a los factores que favorecen que se tenga infección urinaria, Ramírez expone que en el caso de la mujer solo «el hecho de ser mujer ya es un factor favorecedor» porque la uretra femenina «tiene una longitud de entre 3 y 5 centímetros, lo que facilita que gérmenes situados en la zona genital y perianal tengan una fácil ascensión de la uretra a la vejiga».

Añadió que las infecciones de orina suelen ser «más frecuentes» entre los 40 y 50 años, y suelen tratarse de cistitis bacterianas sin mayor complicación. También afirmó que hay mujeres que tienen predisposición a padecer infecciones de orina «sin padecer ninguna alteración en su aparato urinario».

Ramírez puntualizó que se habla de infección urinaria de repetición o recurrente cuando se tiene tres o más episodios de infección urinaria en uno o dos años aunque se deben confirmar mediante un examen de orina (urocultivo) que muestre que hay gérmenes en la misma.

También matizó que cuando el número de infecciones de cistitis bacteriana no complicada ocurre más de cinco veces al año «se dice que hay que pensar en los factores favorecedores que esa persona tiene, como por ejemplo el de las relaciones sexuales», ya que en «muchos casos simplemente» se aconseja que, por ejemplo, después de mantener relaciones sexuales se tome una dosis baja de antibiótico y la mujer orine después del coito para eliminar posibles agentes infecciosos, apuntando que «solamente con estos dos gestos ya disminuye esta prevalencia».

Sin embargo, cuando la infección invade el aparato urinario superior, en concreto el riñón, se puede producir una pielonefritis, por lo que en este caso se deberá aplicar un tratamiento con antibióticos durante quince días, ya que se trata de una infección «mayor y suele asociarse a fiebre, a malestar general, a dolor abdominal, y en algunas ocasiones, puede tener lugar una infección con repercusión general que dé lugar a una sepsis de origen urinario».

Finalmente el doctor recomienda, para evitar estos problemas, no retener la orina, tomar dos litros de agua al día; después de defecar, limpiarse siempre de adelante hacia atrás; orinar después de las relaciones sexuales; evitar la higiene genital excesiva (uso de geles íntimos y demás); evitar las prendas y la ropa interior demasiado ajustadas y procurar que sean de algodón para favorecer la transpiración.

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