Las infecciones respiratorias agudas siguen subiendo en Cantabria, con más de 677 casos por 100.000 habitantes
Durante la semana 50 del año, se ha duplicado el número de casos de bronquiolitis y la gripe se ha incrementado un 57%
La incidencia de infecciones respiratorias agudas (IRA) continúa en ascenso en Cantabria con una tasa de 677,7 casos por 100.000 durante la semana 50 del año (del 9 al 15 de diciembre), especialmente de bronquiolitis y gripe, casi un 8% más que la semana anterior, según datos facilitados por el Gobierno regional en palabras del jefe de Servicio de Salud Pública, Luis Viloria.
De hecho, sigue aumentando la circulación del Virus Respiratorio Sincitial (VRS) de manera notable, puesto que, tal y como reflejan los datos, se ha incrementado un 18,6% respecto a la semana precedente, con 102 nuevos casos, en su mayoría en población mayor de 80 años y menores de 2.
Respecto a la gripe, la tasa de incidencia se ha situado en 82,3 casos por 100.000 habitantes, un 57% más, superando el umbral epidémico establecido (55 casos por 100.000 habitantes), lo que supone el inicio de la onda epidémica estacional, aunque con un nivel de intensidad bajo.
La incidencia de gripe no presenta una distribución específica por grupos de edad, ni un impacto importante en las hospitalizaciones. Sin embargo, las infecciones por COVID-19 se mantienen en niveles de intensidad baja, con 14 casos identificados en la semana 50, la menor cifra registrada desde el inicio de la temporada.
La tasa de infecciones respiratorias agudas graves (IRAG) que han requerido hospitalización aumenta levemente con 14,3 casos por 100.000 habitantes.
Además, durante la semana 50 se han podido identificar microbiológicamente el 43,5% de los casos y entre los patógenos identificados destacan el rinovirus y el VRS, con 15 y 14 casos notificados.
Debido a este incremento en la incidencia de IRA de origen vírico, vinculada a los meses fríos, la Dirección General de Salud Pública recuerda a la población que es necesario seguir una serie de recomendaciones básicas para evitar el contagio de las enfermedades respiratorias.
Así, además de insistir en la vacunación preventiva frente a la gripe, COVID-19 Y VRS en los grupos diana, hay que mantener una buena higiene de manos, con lavados frecuentes con agua y jabón, y cubrirse el estornudo y la tos con el pliegue del codo, nunca con la mano, y evitar el contacto con otras personas si se está enfermo.
Además, es recomendable el uso de mascarilla en pacientes con procesos respiratorios, como gripe u otras infecciones agudas, para poder mantener con seguridad su actividad habitual.
También hay que fomentar el uso de espacios al aire libre y en espacios interiores es bueno ventilar a menudo. Entre las recomendaciones más habituales están las de usar pañuelos desechables, alimentarse bien y beber muchos líquidos y evitar siempre el consumo de tabaco, que además de ser muy perjudicial para la salud, debilita el sistema inmunológico y lo hace más vulnerable a enfermedades como la gripe.
Tanto la gripe como los catarros comunes y resfriados son procesos víricos que no responden a los antibióticos. En casos no graves, es conveniente limitar, en lo posible, la asistencia a consultas médicas en hospitales o centros de salud, puesto que supone un elemento de transmisión de la enfermedad en entornos altamente vulnerables. Solo es preciso acudir a los centros de salud y servicios de urgencias cuando se presentan síntomas llamativos o señales de alarma, como fiebre muy alta, tos persistente, dificultad para respirar o malestar general.