Las empresas potencian sus departamentos de I+D+i pese a la crisis provocada por el Covid-19, según un estudio
El segundo Barómetro Internacional de la Innovación (IIB, por sus siglas en inglés) anual elaborado por la consultora Ayming Group revela que los departamentos de I+D están siendo potenciados por la creación de ecosistemas de innovación, nuevos métodos de financiación y el despliegue de tecnología, pese a la crisis provocada por el Covid-19.
El estudio plantea un panorama «notablemente prometedor a pesar de los vientos en contra» y añade que los equipos de investigación y desarrollo «se mantienen firmes frente a varios obstáculos clave», entre los que destaca la caída del 12% en las expectativas de aumento del presupuesto en innovación con respecto al año anterior.
Los avances tecnológicos han sido seleccionados por el 39% de los encuestados como el factor que más impulsa a los profesionales de la investigación y el desarrollo. Además, el estudio detecta una competencia internacional «feroz» por el talento.
El creciente carácter técnico de la I+D hace que las empresas busquen apoyo externo, y el uso de recursos privados externos ha aumentado del 35% al 48%. Puede que la colaboración haya disminuido, pero está surgiendo un nuevo modelo híbrido de subcontratación en el que las grandes empresas crean un ecosistema de innovación con otras más pequeñas, detalla el informe.
LAS PYMES RECURREN A LA FINANCIACIÓN PRIVADA
El panorama de la financiación también se ha diversificado. Los incentivos siguen siendo cruciales, siendo las deducciones fiscales por I+D las más populares, con un 47%. Sin embargo, las solicitudes siguen siendo excesivamente complicadas, lo que constituye un problema particular para las pymes con recursos limitados.
A menudo las pymes no pueden financiar la I+D por sí solas, por lo que hay un salto hacia la financiación privada, con un aumento del 6% en la financiación de capital/deuda y del 17% en la financiación colectiva (o crowdfunding ).
«El ritmo del cambio económico es rápido y el COVID-19 ha añadido combustible al fuego. Aunque el impacto de la pandemia en la I+D todavía no se ha revelado completamente, las empresas deben innovar a pesar de los descensos del mercado. Afortunadamente, este informe revela que tanto las empresas como los gobiernos están descubriendo nuevas formas tanto de financiar su innovación como de hacerla más productiva», señala Mark Smith, socio de Incentivos de Innovación en Ayming UK.
En este sentido, el experto añade que pese «a que estas tendencias emergentes parecen estar impulsadas principalmente por los recursos privados, los gobiernos pueden salvaguardar el gasto en innovación fomentando una mayor educación en I+D y ofreciendo más incentivos». «Demostrando que la innovación será recompensada, los gobiernos pueden ayudar a mantener el crecimiento de la I+D», ha apostillado.
INNOVACIÓN SOSTENIBLE
El Barómetro de este año se sumerge en la innovación sostenible y descubre que la mayoría de las empresas no dan prioridad a la sostenibilidad, ya que el 35% asigna entre el uno y el diez por ciento de su presupuesto a esta partida. Los encuestados se centran exclusivamente en el rendimiento de los negocios, indicando que la sostenibilidad es una preocupación secundaria.
El estudio (realizado en base a las respuestas de 330 ejecutivos de negocios y gerentes de investigación y desarrollo de 13 países de América del Norte y Europa) apunta a que la clave podría residir en el aumento de los incentivos fiscales para los proyectos sostenibles, que es el segundo factor más importante detrás de la tecnología para ayudar a lograr la innovación sostenible, según el 28% de los encuestados.
«La solución de los problemas está en el corazón de la innovación, por lo que es esencial tanto para el Covid-19 como para los retos como la crisis climática. Cada vez está más claro que hay enormes oportunidades comerciales en las soluciones ambientales. Las empresas deben estar a la altura de este desafío, y con urgencia», añade Smith.