Las empresas familiares deberán invertir 140.000 millones hasta 2030 para su transformación sostenible
Las empresas familiares españolas deberán invertir 140.000 millones de euros hasta 2030 para completar su transformación sostenible, según un informe de la consultora Valora elaborado a partir de un panel de 700 empresas familiares españolas de diversos sectores.
En concreto, el informe califica como «tareas pendientes» la inclusión de los criterios ESG ( Environmental, Social and Governance , en inglés) en la gestión financiera, su integración en la estrategia de negocio y el ajuste de la financiación de las empresas a sus objetivos de descarbonización y sostenibilidad.
Así, un 90% de las empresas familiares españolas admiten que tendrán que aumentar sus inversiones en ESG en la década actual, con lo que la sostenibilidad jugará un factor clave en la toma de decisiones estratégicas y la gestión de riesgos, dado que tendrán un impacto significativo en la rentabilidad y reputación empresarial.
Cerca del 80% de las firmas con sede en España consideran que el cambio climático tiene un impacto en términos de «riesgo físico» en su negocio. El porcentaje en España es más alto que la media europea, ya que en países como Lituania, Luxemburgo o Dinamarca se sitúa en un 50%.
Sin embargo, las empresas españolas han tendido a ver la transición hacia una economía descarbonizada más como un riesgo para su negocio actual, dice el informe, mientras que en Suecia, Dinamarca, Finlandia o Países Bajos, la transición es recibida como una oportunidad para desarrollar nuevos procesos, productos y servicios.
El informe señala la falta de recursos y de incentivos, así como la falta de demanda de los clientes como las causas que generan la falta de proactividad de las compañías españolas.
Además, los bancos europeos más expuestos al riesgo climático están empezando a integrar factores ESG en sus modelos de riesgo de crédito. De hecho, ya han reducido la oferta de crédito a las empresas que operan en los sectores más contaminantes.
Para Valora, los mayores flujos de inversión y la consolidación de la sostenibilidad para impulsar la rentabilidad de las empresas fomentan las nuevas prácticas que permiten a las empresas afrontar el reto de la transición.