Las empresas de tecnología sanitaria piden un «plan de choque» ante la crisis de suministros y el incremento de costes
La Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) ha mostrado su «preocupación» por la actual crisis mundial de suministros que está limitando la disponibilidad de materias primas y componentes electrónicos, así como por el «incremento impredecible y sin precedentes de los costes de las materias primas, de la energía, de la cadena logística/de transporte y laborales».
Por ello, mientras continúan trabajando para minimizar los efectos de esta situación, las compañías de Tecnología Sanitaria han solicitado a las administraciones un «plan de choque» que «permita garantizar el acceso de los pacientes y profesionales sanitarios a la tecnología sanitaria de calidad».
«En el marco de una inflación disparada y sin precedentes, el impacto del incremento de los costes en la actividad del Sector de Tecnología Sanitaria está provocando la falta de viabilidad de muchos contratos. Es preciso asegurar el acceso de los pacientes a productos de primera necesidad que permiten diagnosticar y tratar sus enfermedades, por lo que resulta necesario garantizar la sostenibilidad de este Sector estratégico y esencial para el correcto funcionamiento de la actividad asistencial», ha comentado la presidenta de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin), María Vila.
En concreto, apuestan por «mecanismos de indexación de costes que permitan mantener el equilibrio económico-financiero de los contratos con las administraciones públicas».
«Es prioritario el diseño de nuevos modelos de adquisición de Tecnología Sanitaria que contemplen la flexibilización de los precios de los contratos públicos, con el fin de adecuarlos a los incrementos de costes que se están produciendo y a las potenciales reducciones de costes que se puedan producir», ha apuntado la secretaria general de Fenin, Margarita Alfonsel.
En 2017, a través de un Real Decreto que desarrollaba la Ley de Desindexación de la economía española, se modificó el mecanismo tradicional de la contratación pública, desvinculando los precios de los contratos del IPC.
Con ello, las administraciones públicas garantizaban que los precios fueran fijos en los contratos plurianuales, lo cual cerró la puerta a cualquier actualización de la evolución de sus costes durante la vida de dichos contratos.
Sin embargo, Fenin recuerda que la propia Ley de Desindexación recoge expresamente que la indexación debe ceñirse a «casos en los que sea necesario y eficiente»; en particular, vinculando la evolución de los precios a la de los costes de producción.
«En este sentido, es importante tener en cuenta que la falta de disponibilidad de materias primas y componentes electrónicos está afectando al Sector de Tecnología Sanitaria, impidiendo en algunos casos cumplir los plazos de entrega de sus productos, situación ante la que no se deberían imponer penalizaciones a las empresas», insisten al respecto.
Fenin está manteniendo reuniones con diferentes consejerías de Hacienda y Sanidad para explicar la situación. También han detallado otras propuestas que » contribuirían al equilibrio económico-financiero de los contratos y una mayor eficiencia basada en la colaboración público-privada».
Es el caso, por ejemplo, de la aplicación de un IVA reducido permanente a todos los productos sanitarios que permitiría disponer de 1.000 millones de euros para renovación tecnológica e incorporación de nuevas tecnologías al servicio de los pacientes o la puesta en marcha de un Plan de industrialización del Sector de Tecnología Sanitaria apoyándose en mecanismos de financiación como los Fondos Next Generation UE que fortalezca el tejido industrial nacional.