Las alianzas público-privadas y el impulso al comercio serán clave para la recuperación iberoamericana
Las alianzas público-privadas, el impulso a la sostenibilidad, la innovación, el comercio y la inversión, el empoderamiento económico de las mujeres, la transformación digital, el fomento de energías renovables, el apoyo a la educación y la formación y el refuerzo de los sistemas de integridad son las bases de las recomendaciones que las organizaciones empresariales iberoamericanas han entregado a los jefes de Estado y de Gobierno participantes en la Cumbre Iberoamericana de este año, que se ha celebrado en Andorra.
Las organizaciones encargadas de elaborar estas recomendaciones han sido la Confederació Empresarial Andorrana (CEA), el Consejo de Empresarios Iberoamericanos (CEIB) y la Secretaría General Iberoamericana (Segib).
En primer lugar, las organizaciones empresariales consideran de vital importancia impulsar espacios de concertación público-privada para el diseño, implementación y evaluación de políticas productivas que mejoren el desempeño de las economías y empresas iberoamericanas.
Asimismo, los organismos defienden que para la reconstrucción del tejido social de la región, dañado por la crisis sanitaria y social de la pandemia, será necesaria una mayor inversión directamente enfocada en proyectos de impacto social.
«La inversión pública deberá liderar en este ámbito, pero será insuficiente», advierten las instituciones, que también consideran relevante fortalecer las estrategias nacionales para el cumplimiento de los ODS e impulsar la Agenda 2030 para desarrollar modelos de negocio sostenibles.
Con respecto a la innovación, las organizaciones entienden que los gobiernos iberoamericanos deben aumentar la inversión pública en I+D y facilitar líneas de financiamiento para la innovación empresarial que permitan mejorar la competitividad de las empresas, fundamentalmente de las pymes.
En este sentido, sería necesario incentivar la cooperación regional para la innovación, generando alianzas entre gobiernos y empresas del espacio iberoamericano que permitan identificar oportunidades de manera conjunta.
En el ámbito del comercio, las organizaciones empresariales indican que será «primordial» fortalecer el comercio intrarregional para afianzar sus exportaciones, ya que actualmente solo supone el 16,8% y también sufrió los efectos de la pandemia, cifra que contrasta con las de otras regiones del mundo.
«Se toma fundamental alentar el comercio intrarregional, que continúa siendo muy bajo si lo comparamos con otras regiones del mundo, cifra que descendió aún más en el marco de la pandemia», advierten los organismos.
En este sentido, las organizaciones empresariales consideran relevante facilitar iniciativas que potencien las exportaciones, así como un buen sistema de resolución de conflictos que dote de seguridad a inversores y comerciantes y que conceda la oportunidad de solventar con celeridad las diferencias, tensiones y disputas que puedan surgir.
Otros factores que las organizaciones consideran fundamentales es el empoderamiento económico de las mujeres, con el objetivo de alcanzar la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, un valor «fundamental» de las sociedades actuales.
TRANSFORMACIÓN DIGITAL
Por su parte, la transformación digital será una pieza clave para la recuperación, por lo que «habrá que asegurarse que de que sea inclusiva, sostenible y basada en derechos, y así garantizar que toda la ciudadanía pueda contribuir y beneficiarse de las transformaciones económicas y sociales impulsadas por la digitalización».
El fomento de las energías renovables, para la promoción de la transición del sistema energético, y el impulso de la educación y la formación, con particular importancia en las carreras tecnológicas entre las mujeres para reducir la brecha de género, son otros dos puntos recogidos entre las recomendaciones de los órganos iberoamericanos.
Por último, los organismos apuestan por una profundización de los procesos de integración regionales, como Mercosur, la Alianza del Pacífico o Sieca, al tiempo que se siga impulsando el desarrollo de redes de transporte y hubs logísticos regionales, con el apoyo de bancos regionales de desarrollo.