Lambán dice que el plan de desescalada de Sánchez no le gusta y quiere adaptarlo a la realidad de Aragón
ZARAGOZA, 30
El presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, ha asegurado hoy que el plan de desescalada de Pedro Sánchez no le gusta porque no responde a lo que el Ejecutivo regional había presentado, ni otros muchos Gobiernos». Lambán dialogará con los ocho partidos de las Cortes autonómicas para presentar al Gobierno central una propuesta conjunta para adaptar a la realidad geográfica y demográfica regional el plan de desescalada anunciado esta semana por Sánchez.
Lambán, quien ha respondido en la sesión plenaria de las Cortes autonómicas, a las preguntas de PP, Cs, Vox e IU, ha asegurado: como este plan «no es compatible con lo que nosotros planteábamos», el Ejecutivo regional tratará de «modificarlo y acomodarlo a la realidad aragonesa» de forma que Aragón salga de la crisis sanitaria y económica «de la manera más entera posible», ha continuado.
El Gobierno de Aragón planteaba «otro tipo de unidad» administrativa -no la provincia– para realizar la desescalada «más acomodada a la realidad territorial, al número de habitantes», lo que además introduciría «un componente de justicia poética» para el medio rural.
Lambán insistirá a Pedro Sánchez, durante la videoconferencia con los presidentes autonómicos del próximo domingo, para que la desescalada comience en el medio rural, pero además recurrirá a la posibilidad que permite el propio plan para presentar propuestas, de ahí su oferta de diálogo con los partidos.
Con la iniciativa conjunta, el presidente aragonés quiere «ver de qué forma protegemos los intereses de los sectores económicos de la Comunidad, que ya han expresado sus reticencias u oposición a cómo está planteado este plan», ha dicho Lambán, en alusión expresa a la hostelería y la industria cultural.
Lambán ha dejado claro que «España no debe repetir los errores de crisis anteriores», rechazando las políticas europeas de austeridad, que tuvieron «efectos atroces sobre los servicios» y abrieron «brechas» sociales y económicas.
SERVICIOS PÚBLICOS Y REACTIVACIÓN
En opinión de Javier Lambán, la respuesta de Aragón a la crisis debe ir dirigida al fortalecimiento de los servicios públicos y la reactivación económica, para lo que ha apostado por impulsar la Mesa de la Estrategia para la Recuperación Social y Económica, elaborar un «plan extraordinario de financiación, que va mucho más allá de lo que veníamos planteando habitualmente» y adaptar las medidas de ámbito nacional a la realidad regional.
También ha abogado por «analizar los flancos débiles» de la sanidad, «que ha funcionado razonablemente bien». Lambán no quiere «dar pasos atrás» en materia de educación pública y cuidar «bien» la FP, la igualdad digital y los comedores escolares, así como erradicar la pobreza infantil y evitar que niños y jóvenes «vuelvan a ser las principales víctimas de la crisis». También «habrá que tomar muchas medidas» para atender a los mayores.
El presidente aragonés quiere que el Gobierno de España regule «cuanto antes» el ingreso mínimo vital y que sea compatible con el IAI «para que ninguna familia quede desprotegida».
En materia económica, Lambán trabaja en dos líneas: «las medidas de resistencia que permitan sobrevivir a los sectores más castigados», con ayudas, aportaciones de liquidez y campañas, y promover la colaboración público-privada para llevara a cabo una reactivación «real» dando protagonismo a las empresas.
Respecto a la financiación, ha dicho que «con las finanzas actuales no podemos ir a ningún sitio» ya que el Presupuesto «ha saltado por los aires», ha manifestado el jefe del Ejecutivo autonómico, quien ha reclamado que el Gobierno de España regule su aportación a la atención a la dependencia y «nos ayude a cubrir los destrozos que la COVID-19 ha ocasionado sobre la sanidad», así como flexibilizar la deuda y el objetivo de déficit y contar con aportaciones a fondo perdido.
Lambán tratará de que la Mesa «avance con rapidez», para lo que aportará la «voluntad sincera» del Ejecutivo para que la comunidad tenga la estabilidad social y política «que necesita». Ha excusado su asistencia a la Comisión General de las Comunidades Autónomas, que se celebra este jueves en el Senado, porque tampoco participará Pedro Sánchez, ni otros presidentes autonómicos.
SECTARISMO
El presidente del PP Aragón, Luis María Beamonte, ha criticado el «sectarismo y desprecio» de Pedro Sánchez a los presidentes autonómicos, en los que «se esconde para intentar ocultar toda la problemática» de la COVID-19.
Para Beamonte, tras mes y medio de crisis, «todo se ciñe a derivar a la Administración General del Estado y, en esta ocasión a la Mesa» las posibles soluciones, emplazando al Gobierno de Aragón a «jugar con las cartas boca arriba» en lugar de realizar el «reparto de papeles» entre las cuatro formaciones que le sostienen.
Ha advertido a Lambán de que «ustedes mismos arruinarán la confianza depositada si van por ese camino», recalcando que «el 30 de abril ya no vale hablar de normalidad», sino que «es hora de concretar medidas en este Parlamento» porque «estamos llegando tarde ya para mucha gente», alertando de la «desgracia humana» que puede producirse también en materia económica.
«El diálogo y la cooperación solo son útiles si se llega a acuerdos», ha avisado el presidente regional del PP, indicando que deben estar «empujando todos» para gestionar «con rapidez y agilidad» dadas las «cotas insoportables» de la «improvisación y falta de planificación» del Gobierno. «Estamos ahí para lo que haga falta», ha subrayado.
FUERZA UNÁNIME
El portavoz de Cs, Daniel Pérez Calvo, ha pedido a Lambán «haga valer la fuerza unánime» de las fuerzas parlamentarias para proponer medidas al Ejecutivo central, recordando que el Pleno de las Cortes ha aprobado, este miércoles, siete iniciativas de impulso por unanimidad.
Ha dicho que el plan propuesto por Lambán «era sensato y acorde a las necesidades específicas que puede presentar Aragón, a falta de estudios de seroprevalencia, que serían el mejor foco para ver entre la niebla, un traje a medida».
Ha criticado el «café para todos» planteado por Pedro Sánchez, que en su opinión se carateriza por «la improvisación y la unilateralidad», tras lo que ha exigido que la «lealtad» con el Gobierno central sea «recíproca» de manera que «los intereses de Aragón sean tenidos en cuenta».