La verbena de la Paloma estrena en Santander un prólogo para «modernizar sin desvirtuar» esta zarzuela


El sainete que precede la obra ofrece un punto de vista actual de los personajes y temas que aborda, como los celos o los malos tratos

La representación de La verbena de la Paloma , este viernes y sábado en Santander, incluirá el estreno mundial de un prólogo para «servir en bandeja» esta popular zarzuela. El sainete que la precederá ofrecerá un punto de vista actual de los personajes y temas que trata, como los celos mal reprimidos o los malos tratos, con el objetivo de «modernizar sin cambiar» la obra ni tener que «desvirtuarla».

La producción, del Teatro de la Zarzuela, arrancará en la capital cántabra con el preámbulo cómico-lírico Adiós, Apolo , un homenaje al desaparecido escenario de la calle Alcalá de Madrid, cuna del género chico y donde se estrenó en 1894 esta zarzuela de Tomás Bretón (1850-1923), y que este 6 y 7 de junio se representará a las 19.30 horas en el Palacio de Festivales de Cantabria, con las entradas de venta anticipada agotadas (el 10% restante saldrá a la venta el día de cada sesión).

Ese aperitivo es «una obra en sí misma» original de Álvaro Tato y constituye «un ejercicio de teatro dentro del teatro», con el que persigue ofrecer en la Sala Argenta el clásico «tal cual, sin inventos», para que el público sepa: «esto es lo que hay: nuestra opinión va en el prólogo», ha explicado la directora de escena y coreógrafa, Nuria Castejón, este martes en una rueda de prensa junto a la directora musical, Lucía Marín, y varios intérpretes.

En su comparecencia, en la que han estado acompañados de la directora general de Cultura del Gobierno regional, Eva Guillermina Fernández, han indicado que el preámbulo será como un musical «nostálgico», para «escenificar lo que vivieron los intérpretes en su última función de 1929», y «divertido» también.

Así, por ejemplo, Carmen Romeu, que interpreta a Susana, es una sufragista feminista a la que «llevan los demonios» por tener que hacer ese personaje, al que no entiende, ni tampoco el que aguante a un hombre «posesivo». Mantienen una relación «tóxica», entre un «machista» y una mujer que le «perdona», algo que hoy en día «chirría», han añadido.

De este modo, la zarzuela incluye «un gancho divertido» y no se toca la segunda parte del montaje, La verbena de la Paloma en sí, salvo dos frases que se han quitado del texto porque igualmente «chirriaban de lo machistas que son», ha apuntado Castejón. Según ha indicado, de esta forma se pretende poner «un espejo» a la sociedad para que reflexione, como se hace -ha comparado- con El alcalde de Zalamea de Calderón de la Barca, que aborda el honor y la justicia.

Al hilo de lo anterior, la directora de escena y coreógrafa del montaje ha admitido que le planteó la duda de situar la trama de la verbena «hoy en día», pues aborda un tema que «es muy fácil de extrapolar» de su época la actualidad. Pero «no quería hacer eso», sino hacerla «como siempre», como ella la ha visto desde pequeña, ha dicho.

La obra de Bretón, que ha pasado a formar parte de la tradición lírica, narra una historia que sucede en la calurosa noche de fiesta del 15 de agosto en la que propios y extraños celebran la festividad de la Virgen de la Paloma y en la que «los devaneos y los celos afloran a la vuelta de cada esquina».

ODA ABSOLUTA A LA ZARZUELA

Del montaje que se representará en Santander, Castejón -bailarina de profesión que ha trabajado en prestigiosas compañías de danza española y flamenco- ha destacado que se ha hecho un trabajo «coral» para lograr un resultado «homogéneo», en el que esta última disciplina artística está «al mismo nivel» que el texto y la música, con la Orquesta Sinfónica del Cantábrico como titular.

Es la primera vez que la OSCAN actúa como responsable de un título lírico de gran formato y lo hará junto al Coro Lírico de Cantabria, bajo la batuta de Lucía Marín, una de las pocas directoras de orquesta del panorama musical español y que ha subrayado el nivel «excepcional» de la orquesta cántabra.

A su juicio, con esta propuesta Castejón hace «una oda absoluta a la zarzuela», un género único en el mundo, con una representación «pura, limpia» que está «a altura» de cualquier obra lírica, como las óperas La Boheme o Rigoletto .

La maestra también ha destacado la modernidad que Bretón manifiesta en esta partitura, logrando que la obra «suene actual». «Ese es el secreto de la enorme acogida de esta obra desde su primera función, su capacidad de recoger la esencia del pasado y presentarla en el siglo XXI, sonando siempre moderna y fresca en un espectáculo sin igual para todos los públicos».

En la rueda de prensa también han participado los intérpretes Antonio Comas, Milagros Martín, Borja Quiza, Carmen Romeu, Manuel de Diego y Ana San Martín, que han coincidido en la necesidad de «cuidar y difundir» este género, «muy nuestro y que aún mantiene el interés del público». «Debemos sentirnos orgullosos de nuestra cultura y en especial, de la zarzuela».

IMPORTANTE PRESENCIA CÁNTABRA Y APOYO A LA LÍRICA

La directora de Cultura ha resaltado la «importante presencia cántabra» en esta producción, con la participación del Coro Lírico de Cantabria, la actuación de Manuel de Diego interpretando a Don Sebastián y la OSCAN en el foso.

También ha defendido el esfuerzo de la Consejería por mantener la lírica, destacando de la zarzuela que es un género «singular» que «no ha perdido su conexión con el público». «Prueba de ello es el éxito de convocatoria que ha tenido este título», con el que concluye el ciclo los Universos Líricos de la programación del Palacio de Festivales de esta temporada.

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