La UV y CSIC muestran que ciertos antibióticos pueden impedir la entrada del SARS-CoV-2 en las células
VALÈNCIA, 26
El grupo Unidad de Diseño de Fármacos y Topología Molecular de la Universitat de Valencia ha demostrado que ciertos antibióticos macrólidos, utilizados en infecciones de las vías respiratorias, entre los que se encuentran la claritromicina y la azitromicina, pueden impedir la entrada del SARS-CoV-2 en las células, según ha informado la institución académica en un comunicado.
El trabajo, liderado por el catedrático de Química Física Jorge Gálvez, se ha publicado en la prestigiosa revista norteamericana Journal of Chemical Information and Modeling.
El grupo ya publicó de manera pionera un artículo en marzo del 2020, en el que se proponían dichos antibióticos como fármacos que podrían ser dirigidos a tratar la COVID-19. Sin embargo, dicha predicción estaba solo basada en cálculos teóricos computacionales. El método se basó en la topología molecular, una parte de la química matemática que trata de la descripción algebraica de los compuestos químicos, lo que permite caracterizarlos fácilmente.
Ahora, en colaboración con investigadores del Centro Nacional de Biotecnología (CSIC), han demostrado con su estudio que estos antibióticos son capaces de impedir in vitro la entrada del virus por medio de la desactivación de la conocida proteína espiga (spike-protein), según las mismas fuentes.
El grupo ha contado con la colaboración José María Benlloch Baviera (CSIC), coordinador delárea de tratamiento y vacunas de la plataforma PTI Global Health para el desarrollo de tratamientos y vacunas del CSIC.
Actualmente, de los antibióticos identificados por la Unidad de Diseño de Fármacos y Topología Molecular de la Universitat de València, uno de ellos (la azitromicina) forma parte de la lista de medicamentos considerados esenciales por el Ministerio de Sanidaden la gestión de la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19.
Otro de ellos, concretamente la claritromicina, tiene ya programado un ensayo clínico dirigido por el Hospital Clínico de San Carlos de Madrid, cuyo inicio se espera en breve con pacientes COVID de 20 centros de atención primaria de la Seguridad Social.