La URJC conciencia sobre el lenguaje y los códigos que utilizan en redes sociales los jóvenes que se autolesionan
El grupo de investigación COMKIDS, de la Universidad Rey Juan Carlos (URJC), ha lanzado una campaña de sensibilización para informar sobre el lenguaje y los códigos hasta ahora desconocidos que emplean los jóvenes que se autolesionan en las redes sociales para comunicarse sin ser detectados.
La campaña consta de un kit informativo con forma de caja de tiritas para que jóvenes, profesionales e instituciones se familiaricen y destapen las expresiones y símbolos que usan para ocultar sus prácticas en las comunidades digitales.
Hace ya más de dos años, alertados por el incremento de casos de autolesiones, especialmente entre los adolescentes, un equipo de investigadores universitarios co-liderados por Esther Martínez Pastor, catedrática de Publicidad de la URJC, comenzó a rastrear distintos medios y redes sociales para entender cómo se representa este fenómeno en dichas plataformas.
Con el resultado y análisis de los datos, se descubrió que los jóvenes están creando en las redes una identidad de grupo a través de un lenguaje propio, con imágenes que identifican entre sí y con hashtags y palabras concretas para buscarse en redes.
Partiendo de esta conclusión, la investigadora sostiene que «las autolesiones en redes sociales tienen sus propios códigos, y es esencial que se entiendan para saber cómo identificarlos y prevenirlos».
Por eso se ha puesto en marcha esta campaña con la que divulgar y sensibilizar, para que posteriormente se puedan activar mecanismos de actuación en el entorno de los adolescentes que conforman esta red.
Para ello, los estuches divulgativos de tiritas se promoverán en los perfiles de personas con influencia en redes sociales, entre las que destaca Patricia Agüero, conocida como @patriciasinprisas , que explicará a sus seguidores, principalmente jóvenes, el objetivo y las causas que defiende esta iniciativa.
EL METALENGUAJE DE LAS AUTOLESIONES
La campaña ha escogido las palabras más representativas entre los hashtags y las imágenes usadas por las comunidades digitales en el entorno de las autolesiones. Son expresiones en clave que tratan de desviar la atención de los mecanismos que obstaculizan y bloquean la difusión de conductas autodestructivas a través de las redes sociales.
Por ejemplo, el Código barras es una imagen que representa la palabra clave barcode como metáfora de los cortes provocados por las autolesiones. Por otro lado, la imagen de las alubias ( beans en inglés) describe el aspecto de la hipodermis, la capa menos superficial de la piel, después de recibir una herida profunda.
Por otro lado, las cuchillas de gatitos representan la «romantización» de las autolesiones, porque los cúteres y cuchillas se camuflan con una estética infantil y coqueta.
Por otro lado, en inglés, Ouch , Ouchie y Ouchietwt (Ouchie y Twitter) es una expresión coloquial para expresar dolor; Trasto , por su parte, es una palabra utilizada por la comunidad de autolesiones en español. Es una abreviación de «trastorno» o «trastornado» y se puede usar en conjunción con otras palabras, como trastoamigos .
SE ANALIZARON PUBLICACIONES EN TODO EL MUNDO
El estudio se centró principalmente en la red social X (anteriormente conocida como Twitter) y se recolectaron y analizaron tweets publicados en todo el mundo.
Durante seis meses –desde noviembre de 2022 a junio de 2023–, una aplicación diseñada por el equipo de investigación rescató los tweets que mencionan los hashtags más utilizados en la red en relación con las autolesiones.
Se obtuvo una muestra de 187.906 tweets , provenientes de 66.732 de usuarios distintos, con un total de 1.798.711 likes y 196.112 retweets .
De esta muestra, el equipo de investigación analizó mil tweets manualmente. Los datos recolectados y analizados para este estudio indican la existencia de una comunidad global y activa de usuarios, donde estos comparten principalmente contenidos vinculados a su experiencia personal con las autolesiones.
La suma de estas experiencias personales, contadas a través de imágenes y palabras clave en común, transforma a las autolesiones en una actividad colectiva en las redes sociales propia de una comunidad digital.
Estos datos son coherentes con los hallazgos de estudios previos, que indican que los jóvenes que practican las autolesiones encuentran apoyo emocional en las redes sociales.
Al compartir sus experiencias, los jóvenes sienten que están más arropados que por su familia, amigos o entorno educativo. «Sin embargo, estos contenidos pueden ser muy nocivos, ya que carecen de filtros efectivos que protejan la sensibilidad de los usuarios de la plataforma y les hacen retroalimentarse, generando conductas adictivas», expresan desde la URJC.