La UNRWA dejará de pagar salarios si no logra paliar el déficit de 90 millones de dólares antes de fin de año


CEUTA, 17

La directora ejecutiva del comité español de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), Raquel Martí, ha confesado la «complicada» situación financiera que atraviesa la entidad. En caso de que no logren paliar el déficit de «90 millones de dólares» solo para los gastos operacionales antes de que finalice el 2024, no podrán seguir pagando «salarios, compra de medicamentos o, incluso, la electricidad de los colegios que siguen funcionando, que no están en Gaza».

«Las acusaciones de Israel han ido dirigidas a acabar con la mayor agencia humanitaria que hay ahora mismo en Oriente Medio y que sin ella la población refugiada de Palestina va a quedar a la deriva», ha expresado Martí en declaraciones a Europa Press durante su estancia en Ceuta con motivo de una conferencia.

A principios de año hicieron «un llamamiento» para pedir 2.100 millones de dólares «solo para la emergencia de Gaza». Por el momento, solo han recibido un 20 por ciento de la cuantía solicitada. La situación es «acuciante», insiste Martí, quien niega que las acusaciones de Israel que basen en la «neutralidad» de UNRWA.

Asegura la directora ejecutiva que la entidad cuenta con un informe elaborado tras investigarse la neutralidad de la UNRWA, ordenado por el secretario general de las Naciones Unidas. El estudio concluyó «que UNRWA tiene más procedimientos y herramientas de neutralidad que ninguna otra agencia de Naciones Unidas».

«Israel piensa que destruyendo a UNRWA acaba con el problema de los refugiados de Palestina, pero eso no es cierto. Los refugiados de Palestina lo son no por UNRWA, sino porque Naciones Unidas les ha reconocido como tal. Esta población no se va a borrar del mapa porque UNRWA desaparezca», ha manifestado Martí horas antes de comparecer en el salón de actos del Palacio Autonómico, como parte de un acto organizado por el partido local Ceuta Ya!

La agencia ha estado en una situación financiera similar en otras ocasiones. Han atravesado periodos en que han «cancelado todos los pagos a los proveedores» rogándoles esperar «unos meses para conseguir financiación» y han llegado a «pedir préstamos a Naciones Unidas para seguir trabajando». También se han visto forzados a dejar de pagar los sueldos.

Pese a no percibir sus nóminas, los trabajadores de la UNRWA han continuado en sus puestos, según ha relatado Martí. «Tenemos el privilegio de trabajar con una población absolutamente concienciada y seguirá trabajando con o sin sueldo», ha explicado.

El 99 por ciento de la plantilla está compuesta por refugiados palestinos, conscientes de que «si no trabajan, no llega ni el alimento, ni la educación ni la sanidad a los campos de refugiados». «Trabajamos con la población más comprometida que se puede tener una agencia de Naciones Unidas. Esto es para mí el mayor orgullo», ha reconocido.

«Anímicamente estamos muy mal, la verdad. Es difícil estar constantemente en una situación tan sumamente crítica y tan sumamente vulnerable», ha resumido la directora del comité español de la UNRWA. Las pérdidas dentro de la plantilla de la entidad ascienden ya a 229. «Cada día que recibo información de mis compañeros es para contarme que ha muerto una persona más o dos personas más», ha confesado Martí, quien «en los últimos tres días» ha recibido «tres comunicaciones de muertes de compañeros».

EL ESTADO DE GAZA

«Gaza está arrasada. Es un mar de escombros. No queda nada», ha declarado Raquel Martí. Según esta, «ahora mismo hay 100.000 toneladas de alimentos al otro lado de los cruces fronterizos, esperando que Israel autorice la entrada». Ha garantizado que el Estado israelí «ha ido reduciendo la entrada de ayuda humanitaria» pese a que «varias disposiciones de la Corte Internacional de Justicia» le obligan a aumentarla.

«Si antes, hace unos meses, en febrero, cuando entraban 160 camiones diarios, estábamos diciendo que era una cantidad ínfima, ahora están entrando una media de 13 camiones diarios. La consecuencia, una hambruna en Gaza», ha expresado.

Para Martí «es fácil contabilizar el número de muertos, número de heridos, número de hospitales atacados o el número de viviendas destruidas, pero es imposible describir el trauma que tiene toda la población y las cicatrices internas que les va a dejar esta situación, sobre todo el abandono que sienten por parte de la comunidad internacional».

Demanda Martí que los gobiernos hagan «mucho más» para hacer efectivo el «alto al fuego» y «el fin de la ocupación». Ha reconocido que la UNRWA se siente respaldada por y «agradecida» hacia el Gobierno español, que «ha aumentado considerablemente la financiación y ha sido de las primeras voces que se han levantado para defender el trabajo de UNRWA».

Cree que ha habido una evolución en cuanto al apoyo a la agencia como consecuencia de «los informes, las investigaciones de Naciones Unidas y las conclusiones que se han obtenido, la mayor parte de las administraciones, no solamente en España, sino a nivel internacional».

«Pedro Sánchez se está alzando como una de las voces que está pidiendo el alto el fuego, está pidiendo respetar el derecho internacional humanitario», ha afirmado. Martí ha recordado que «Israel está repitiendo en Líbano el mismo patrón que en Gaza», incluso «ha ido más lejos», al «atacar cuarteles de los cascos azules».

En caso de que finalice el conflicto, ha recordado la directora del comité español de la UNRWA que la reconstrucción del territorio palestino requeriría de tiempo. «Desescombrar Gaza va a llevar 14 años. Hay miles de remanentes explosivos sin detonar bajo los escombros. Para retirarlos hace falta personal especializado. Además, hay miles de cadáveres bajo los escombros», ha explicado.

En total, Gaza cuenta actualmente, según Martí, con «40 millones de toneladas de escombros». Se pregunta «qué país» se ofrecerá para recoger esos escombros a sabiendas de que llevan consigo «veintitantas toneladas de amianto y otros materiales perjudiciales para la salud».

«Además, para desescombrar, ¿qué vamos a hacer con la población? La población vuelve a las zonas donde dejan de bombardear, se meten en los edificios bombardeados, pero hay que demolerlos. ¿Dónde vamos a poner a 2.200.000 personas en Gaza?», ha expuesto. Raquel Martí espera «que todos los crímenes que se están produciendo, por una parte y por otra, finalmente tengan consecuencia y se pague por ello». Aunque consciente de que «las investigaciones judiciales son muy lentas», confía en que surta efecto la que lleva a cabo el Tribunal Constitucional por la demanda de Sudáfrica contra el «genocidio» de Israel contra Palestina.

Ha querido recordar «que la mayor parte de la información vertida al Tribunal Internacional ha sido a través de informes de UNRWA» y ha lamentado que se haya puesto en duda constantemente la información ofrecida por la agencia. «Ha hecho falta que pasaran muchos meses y que tuviésemos imágenes y datos de todos estos ataques en los que se está masacrando a la población para que se nos haya creído», ha manifestado.

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