La UE ultima una prórroga de tres meses de la misión Sophia en el Mediterráneo para combatir el tráfico de personas
La Unión Europea ultima un acuerdo para prorrogar durante tres meses la operación Sophia que desde el año 2015 combate las redes de tráfico de personas y de inmigración ilegal en el Mediterráneo, según han asegurado a Europa Press fuentes militares.
El actual mandato de la operación finaliza el próximo día 31 y su renovación está en el aire por el rechazo de Italia a prolongarla en los términos actuales –todo los inmigrantes rescatados van a Italia– si no hay una solución para la redistribución posterior entre países o más países ofrecen puertos para su desembarco.
Ahora, los países de la UE trabajan en una prórroga provisional de tres meses que les permita llegar a un acuerdo que haga posible mantener la misión militar que se lanzó después de que en abril de 2015 un pesquero con más de 800 personas se hundiera frente a las costas de Libia.
La decisión debe ser adoptada por el Comité Político y de Seguridad de la Unión Europea, que se reúne este viernes con este asunto sobre la mesa.
La propia Italia fue la que pidió este plazo de tres meses después de la reunión de ministros de Defensa de la UE del pasado mes de noviembre, tras la que la ministra española, Margarita Robles, acusó al Gobierno de Giuseppe Conte de «poner en riesgo» la operación.
«Buscando eludir ciertas responsabilidades en la cuestión migratoria puede poner en riesgo una operación importante como es la operación Sophia», reprochó Robles defendiendo que se trata de una misión «clave» en la defensa del Mediterráneo.
La Operación Sophia es una operación militar de la Unión Europea en el Mediterráneo central meridional para luchar contra las redes de tráfico de personas, prevenir flujos de migración irregular y evitar la muerte de personas en el mar.
España contribuye a ella con un destacamento aéreo dotado de un avión de patrulla marítima desplegado en la base aérea de Sigonella (Sicilia, Italia) y la fragata Numancia , que cuenta con una dotación de 215 miembros y una unidad aérea embarcada compuesta por un helicóptero AB-212. Además, España ha apoyado a la Operación desplegando en sus Cuarteles Generales un total de once personas.
DISCREPANCIAS EN EL SENO DE LA UE
El pasado 20 de noviembre, la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Federica Mogherini, instó a los Estados miembro a encontrar una solución, dejando claro que «el tema migratorio no puede ser una excusa».
El servicio diplomático europeo planteó a los gobiernos la posibilidad de que los Centros de Coordinación de Rescate Marítimos «relevantes» decidan dónde deben ser desembarcados los inmigrantes, es decir «Italia y Malta», explicaron entonces fuentes diplomáticas, que precisaron que se tendría que tener en cuenta aspectos novedosos como la rapidez y eficiencia, la necesidad de que el buque de rescate reanude su misión o las propias circunstancias del rescate.
El país del Centro de Coordinación deberá ofrecer uno de sus puertos en última instancia –si no hay acuerdo sobre el puerto de desembarque–, a condición de que haya una redistribución rápida de los demandantes de asilo a otros países, aunque no hay criterios sobre la mesa para el reparto.
Malta y Grecia han alegado hasta ahora falta de capacidad para acoger a más inmigrantes, mientras que países como Francia y España rechazan soluciones ad hoc para la operación Sophia y recuerdan que hay que encontrar una solución más amplia, que abarque la reforma de las normas de asilo y el reparto de los esfuerzos de acogida globales, de todos los inmigrantes que llegan a las fronteras exteriores de la Unión.