La UE insiste en la vía diplomática para resolver el momento de «precrisis» entre Rusia y Ucrania

El máximo responsable diplomático de la Unión Europea, Josep Borrell, ha defendido el diálogo y la negociación para resolver la «precrisis» actual entre Rusia y Ucrania, y expresado el respaldo de la UE a su «aliado» ucraniano entre avisos de Estados Unidos de una posible invasión de Moscú.

«Debemos trabajar para evitar la crisis. Estamos utilizando nuestras habilidades diplomáticas para hacer comprender a Rusia que sería una violación grave del derecho internacional», ha declarado Borrell en una entrevista concedida al diario italiano La Repubblica .

«Es hora de hablar y trazar una panorámica de lo que puede pasar, en ambos lados, y debemos permanecer en una fase de precrisis», ha indicado Borrell, que se negó a contemplar la posibilidad de un ataque. «Debemos evitar que la situación empeore», ha declarado.

El diplomático español aprovechó para trasladar su respaldo a las autoridades ucranianas. «Ucrania es sin duda un socio, un aliado», según Borrell, quien ha indicado que las reuniones de los próximos días servirán para «subrayar nuestro firme apoyo a Ucrania».

En otros temas, el alto representante de la UE para Política Exterior volvió a acusar a Bielorrusia de orquestar un «ataque híbrido» al permitir el paso sin restricciones de migrantes a la frontera de la UE. Una vez más, señaló al presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, de actuar «sin ningún tipo de respeto por la vida y la dignidad de los migrantes, engañados con la falsa promesa de poder llegar fácilmente a Europa».

Sin embargo, Borrell matizó que «no hay pruebas» de que Rusia forme parte activa de esta crisis migratoria, por mucho que Moscú respalde al presidente bielorruso, quien usa «a los seres humanos de una manera repugnante» para «poner a Europa bajo presión».

Por último, en lo que respecta a Libia, Borrell ha reconocido que las elecciones previstas para el 24 de diciembre «corren peligro» por la compleja situación política que atraviesa el país, inmerso en una tumultuosa transición tras el fin del conflicto armado entre el Gobierno de Trípoli y las autoridades del este. «Necesitamos un gobierno legítimo», ha declarado, «y estamos haciendo presión para que se lleve a cabo».