La terapia focal permite la preservación sexual en un 90-95% de los pacientes con cáncer de próstata

La terapia focal permite la preservación sexual en un 90-95 por ciento de los pacientes con cáncer de próstata, según ha explicado el jefe del servicio de Urología de MD Anderson Cancer Center Madrid, Carlos Núñez.

Se trata de una técnica muy novedosa que consiste en la destrucción solo de la parte de la próstata afectada a través de distintas fuentes de energía. Además, el doctor Núñez ha destacado la posibilidad de extirpar incluso tumores que podrían manejarse en principio a través de una vigilancia activa.

«Estos pacientes creen en ocasiones que el especialista no le está haciendo caso, sienten miedo y desarrollan sentimientos de ansiedad; ahora, gracias a la terapia focal, podemos extirpar este tumor sin que queden secuelas y, a partir de ahí, comenzar una vigilancia activa de ese paciente», ha dicho el doctor Núñez.

Actualmente, en MD Anderson Madrid tienen un ensayo clínico en marcha con una muestra de 50 pacientes que ya llevan entre dos y tres años en seguimiento tras someterse a una terapia focal. «En los casos ideales, los resultados son francamente buenos: tenemos menos de un 10 por ciento de recaídas a cinco años con una preservación de la potencia sexual de más del 90 por ciento y una continencia urinaria de prácticamente el cien por cien», ha apuntado el doctor Núñez.

De hecho, unos buenos resultados en continencia urinaria suelen estar relacionados con unos buenos resultados en preservación sexual, ya que, como ha detallado este especialista, existen estudios que han detectado por resonancia magnética que los haces neurovasculares no solo contienen los nervios erectores, sino también nervios que terminan en el esfínter. Este hallazgo confirma que tratamientos como la terapia focal podrían ser útiles no solo para mantener la erección, sino también para proteger la continencia urinaria.

Asimismo, el doctor ha informado de que en pacientes con estadios más avanzados (con afectación a ambos lados de la próstata, por ejemplo), la cirugía robótica con el Da Vinci está ofreciendo también resultados hasta un 10-20 por ciento mejores que los obtenidos con la laparoscopia.

«En los casos en que sea posible porque el cáncer no esté tan extendido, la cirugía robótica nos permite hacer una disección menos agresiva de los nervios erectores, de forma que logramos que la recuperación a nivel sexual sea mejor», ha subrayado Núñez.

Lo que sí que no es posible mantener hoy en día con ningún abordaje del cáncer de próstata es la capacidad de reproducción. «Mantenemos la erección e incluso el orgasmo, la sensación de placer, pero no es posible mantener la eyaculación porque extirpamos la próstata y las vesículas seminales, de forma que no podemos mantener la capacidad reproductora», ha reconocido el doctor.

Por eso, en pacientes jóvenes, el equipo del doctor Núñez ofrece la posibilidad de congelar semen, un proceso muy parecido al de la congelación de óvulos y que va a permitir al paciente cumplir con su deseo de ser padre mediante una fecundación artificial en el futuro.

¿CÓMO RECUPERAR LA ERECCIÓN TRAS LA EXTIRPACIÓN DEL TUMOR?

Aproximadamente un 60 por ciento de los pacientes no necesita ninguna recuperación adicional tras la cirugía, sobre todo si son jóvenes (en torno a 60 años) y se les ha podido realizar una preservación bilateral de la próstata.

En cambio, cerca de un 10-15 por ciento de pacientes sí va a necesitar un tratamiento posterior con sildenafilo o taladafilo para lograr una erección plena. «Se ha demostrado que la aplicación precoz de estos fármacos logra un menor depósito de colágeno en el pene, manteniéndolo más elástico y favoreciendo la erección posterior», ha señalado el experto, para destacar la importancia de comenzar el tratamiento en las primeras semanas tras la intervención para lograr el efecto deseado.

Si el paciente no logra una erección en tres meses aproximadamente, existen otras opciones como los dispositivos de vacío, que buscan también una mayor elasticidad y actividad del pene, o, más tarde, las inyecciones de prostaglandina, que provocan una erección artificial. En última instancia, es posible recurrir a una prótesis de pene, pero esto es menos habitual, ya que es una técnica irreversible y que se suele utilizar solo en aquellos pacientes en los que se han tenido que extirpar los dos haces neurovasculares.

Toda una serie de opciones que el doctor Núñez ofrece a sus pacientes conforme va pasando el tiempo y, sobre todo, conforme el propio paciente lo vaya o no reclamando. «Cada paciente tiene su propia vida sexual; es un tema muy personal en el que, muchas veces, también decide la pareja», ha apuntado el doctor Núñez, para zanjar subrayando que la preservación sexual es un tema más importante conforme más joven es el paciente.

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