La terapia ECMO podría ser útil en pacientes críticos con COVID-19, según un estudio
El riesgo de muerte de los pacientes con COVID-19 en estado crítico tratados con oxigenación por membrana extracorpórea (ECMO) sigue siendo alto, pero es mucho menor de lo que sugerían los estudios iniciales, según un estudio publicado en la revista científica Annals of Surgery .
Los resultados respaldan el uso de la ECMO como «terapia de rescate» para los pacientes con síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA) o insuficiencia respiratoria que no mejoran con la asistencia ventilatoria mecánica convencional. «Nuestros resultados refutan los informes anteriores sobre la inutilidad de la terapia ECMO en el contexto de la COVID-19», explica uno de los líderes del estudio, Fabio Sagebin, del Departamento de Cirugía del Centro Médico de la Universidad de California en Irvine (Estados Unidos).
La oxigenación por membrana extracorpórea es una terapia de mantenimiento de la vida para pacientes cuidadosamente seleccionados con insuficiencia respiratoria o circulatoria. La ECMO, que requiere equipos especializados y profesionales altamente capacitados, se administra principalmente en grandes centros médicos.
Aunque algunos hospitales han estado utilizando la terapia ECMO para pacientes con SDRA grave, según los autores, hay una «escasez de datos» sobre los resultados. Las primeras series de casos informaron de tasas de mortalidad «excesivamente altas»: más del 90 por ciento.
Estos investigadores utilizaron la base de datos hospitalaria nacional Vizient para analizar los resultados de 11.182 pacientes con COVID-19 y SDRA que recibieron ECMO entre abril y septiembre de 2020. Los pacientes fueron tratados en 155 centros médicos de Estados Unidos. La mayoría de los pacientes eran menores de 50 años (57,9%) y alrededor del 37 por ciento tenía entre 51 y 64 años. Solo un 5 por ciento tenía 65 años o más.
Para estos pacientes de COVID-19 tratados con ECMO y con SDRA, la tasa global de muerte intrahospitalaria fue del 45,9 por ciento. Aunque es alta, es aproximadamente la mitad de la tasa de mortalidad registrada en estudios de ECMO más pequeños de principios de la pandemia. También es comparable a la tasa de mortalidad del 39 por ciento en un análisis reciente de unos 1.000 pacientes del registro de la Organización de Soporte Vital Extracorpóreo (en su mayoría tratados en centros de ECMO de mayor volumen).
Para los pacientes del nuevo estudio, la duración media de la estancia hospitalaria fue larga: 37 días, incluidos 29 días en la unidad de cuidados intensivos. La tasa de mortalidad intrahospitalaria aumentó con la edad: de aproximadamente el 25 por ciento para los pacientes de hasta 30 años, al 42 por ciento para los de 31 a 50 años, al 53 por ciento para los de 51 a 64 años y al 74 por ciento para los de 65 años o más.
Los investigadores realizaron un análisis de subconjuntos en el que se compararon los pacientes de entre 18 y 64 años que fueron tratados con (1.113 pacientes) o sin ECMO (16.343 pacientes). La mortalidad intrahospitalaria fue del 44,6 por ciento para los pacientes tratados con ECMO en comparación con el 37,9 por ciento para los tratados sin ECMO.
«Nuestros datos mostraron que los pacientes con COVID-19 y SDRA tratados con soporte ventilatorio convencional tenían un alto riesgo de muerte y los pacientes seleccionados para ECMO, que es un grupo de mayor riesgo, tenían una tasa de muerte igualmente alta. Los datos sugieren que, en pacientes adecuadamente seleccionados, podemos salvar vidas con esta terapia», apunta el doctor Sagebin.