La superficie cultivada en España en 2021 fue de 16,9 millones de hectáreas, un 0,16% menos que en 2020
Destaca el incremento de plantaciones leñosas por la expansión del almendro y el pistacho, mientras que caen las tierras de barbecho
La superficie de cultivo en España se mantuvo estable y sin apenas variación en 2021, hasta alcanzar los 16,9 millones de hectáreas, lo que supone solo un 0,16% menos que en 2020, pero se produjo un aumento progresivo de los cultivos leñosos (0,84%) y los prados y pastos (0,86%) en detrimento de la tierra arable (-0,73%), según la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivo de España (Esyrce), publicada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Según los resultados de 2021 se aprecia, dentro de las tierras arables, una ligera subida de la superficie de cultivos herbáceos (1,41%), frente a una caída de las tierras dedicadas a barbechos (-6,61%).
Agricultura precisó que el incremento de los cultivos leñosos se debe a la expansión de almendro y pistacho, seguidos, en menor medida, por aguacate, mango y frambueso. Los frutales cítricos experimentaron un incremento muy leve y el olivar creció en la categoría destinada a almazara. Por el contrario, descendió la superficie dedicada al cultivo de tubérculos, especies forrajeras e industriales.
De esta forma, las tierras de cultivo presentan una marcada estabilidad y se situaron en 2021 en 16,9 millones de hectáreas, 27.977 hectáreas menos que en 2020, de las que 11,37 millones (67,3%) corresponden a tierra arable, 5,34 millones (31,7%) a cultivos leñosos y 179.713 (1,1%) a otras tierras de cultivo.
Se observa un aumento de la superficie cultivada frente al descenso de las tierras de barbecho. En concreto, entre 2020 y 2021 la superficie de cultivos leñosos aumentó un 0,84%, y la de cultivos herbáceos, un 1,41%, mientras que el barbecho se redujo en un 6,61% su superficie en el último año, mientras que las tierras cultivadas aumentaron un 1,18%.
La superficie de tierra arable incluye los cultivos herbáceos y los barbechos. Las herbáceas han subido un 1,41% su superficie, destacando el aumento de hortalizas que presentan cerca de un 9% más de superficie que en 2020. En el grupo de tubérculos, se produjo un descenso del 10,16%, que en términos absolutos supone algo más de 5.000 hectáreas de superficie menos que en el año anterior.
CAÍDA DEL CULTIVO DE TRIGO DURO Y EL ARROZ
En el grupo de los cereales, la encuesta refleja un aumento, en su conjunto, del 1,78%, a pesar del descenso de cultivos como el trigo duro, la cebada de dos carreras u otros cereales para grano. Esta subida se debe a la ampliación en cerca de 200.000 hectáreas de trigo blando, del aumento de superficie de triticale y, también, al auge de la superficie de quinoa.
Por su parte, el maíz subió y el sorgo descendió en algo más del 11%. El arroz mantiene la tendencia de descenso de años anteriores, como consecuencia de la sequía en Andalucía y Extremadura y de las intensas lluvias en el Delta del Ebro.
Respecto al grupo de las leguminosas, destaca el incremento de habas secas y altramuz, seguidas por los guisantes secos, las lentejas y los yeros. Algarrobas y otras leguminosas de grano, entre las que se encuentran el titarro, la almorta y el alverjón, experimentan un apreciable descenso.
En los cultivos industriales, la superficie cultivada descendió un 0,20%. Excepcionalmente, el cultivo que más crece porcentualmente es el cártamo, al duplicar prácticamente su superficie respeto al año 2020. El cultivo con mayor superficie, el girasol, descendió un 2,45%. Destaca también el aumento de la colza y el tomate de industria. El tabaco, a pesar del ligero descenso, mantiene su superficie en torno a la de los últimos años.
En plantas forrajeras, la superficie total baja un 2,09% donde destaca la alfalfa, la veza y los cereales con destino forrajero. El maíz forrajero aumenta un 4,38% y las praderas polifitas experimentan una ligera subida del 0,56%.
Por su parte, el grupo de hortalizas y flores es el que más aumenta dentro de los cultivos herbáceos con un incremento del 8,77% respecto a 2020. Porcentualmente destacan los cultivos de col brócoli (51,5 %) y guisante verde (41,96%), seguidos del ajo, el melón y el tomate, mientras que el espárrago, pimiento y sandía descendieron ligeramente.
La encuesta constata la caída del barbecho del 6,61%. Cabe destacar el crecimiento paulatino en los últimos años de tierras con infraestructura de regadío que se han encontrado sin sembrar en el momento de la visita.
Agricultura explica que Esyrce recoge todas las tierras de cultivo no cultivadas en el momento de la visita, independientemente de su clasificación dentro del marco de las ayudas de la Política Agraria Común (PAC). Pueden incluso no estar incluidas en el régimen de ayudas, sino estar simplemente a la espera de ser sembradas o incluso por cualquier causa haber sido labradas, pero sin embargo, no sembradas a lo largo de la campaña.
CULTIVOS LEÑOSOS
En el grupo de los cultivos leñosos destaca el progresivo aumento de prácticamente todas las especies del grupo, salvo el leve descenso del viñedo y el algarrobo. En su conjunto, los cultivos leñosos aumentaron un 0,84 % su superficie, y destaca el incremento de los frutales no cítricos (2,56%) y, dentro de éstos, el almendro, pistacho, aguacate y mango.
En el resto de los frutales no cítricos, descendieron los de pepita, melocotonero, albaricoquero y ciruelo. Entre los subtropicales, descendió el caqui; y en frutos secos, el avellano. En el grupo de los frutales cítricos, bajaron el naranjo y mandarino, mientras que el limonero ha visto crecer progresivamente su superficie en los últimos cinco años.
ESTABILIDAD EN EL REGADÍO
De esta forma, el total de la superficie regada en 2021 se situó en 3,87 millones de hectáreas, mostrando cierta estabilidad, ya que apenas supone un aumento del 1,22% respecto a 2020 (3,83 millones de hectáreas) y un 1,28% respecto a 2019 (3,82 millones hectáreas).
El sistema de regadío localizado (2,11 millones de hectáreas, el 54,58% del total) es el mayoritario –especialmente en olivar, viñedo, frutales, cítricos y no cítricos– y es a su vez el más eficiente y el que más ha crecido en los últimos años (14,87%).
Las cuatro comunidades autónomas con más superficie de regadío son Andalucía, con 1,12 millones de hectáreas (28,97% del total), seguida de Castilla-La Mancha (582.767 hectáreas, 15,03% del total), Castilla y León (472.113 hectáreas, 12,17%) y Aragón (420.527 hectáreas, 10,84%).
Los cereales son el grupo de cultivo que ocupa una mayor superficie de regadío con un total de 932.963 hectáreas (24,06% del total), seguidos por olivar (875.531 hectáreas, 22,58%), frutales no cítricos (409.381 hectáreas, 10,56%) y viñedo (397.652 hectáreas, 10,25%).