La subgobernadora pide prudencia a la banca europea con las provisiones ante el escenario incierto

La subgobernadora del Banco de España, Margarita Delgado, ha pedido a la banca europea que sea prudente y se asegure unos niveles de provisiones que tengan en cuenta los escenarios más adversos.

En el encuentro Global Managers organizado por KPMG en París, la subgobernadora ha reflexionado sobre la situación actual de incertidumbre y su posible efecto sobre el sistema financiero en un futuro cercano.

Según ha explicado, en el contexto actual y ante la escalada del conflicto energético con Rusia, el Banco Central Europeo (BCE) espera que el episodio inflacionario de la eurozona sea más intenso y duradero de lo que se pensaba antes del verano, lo que le ha llevado a revisar recientemente sus previsiones de inflación significativamente al alza, en línea con la OCDE.

Así, las proyecciones de los expertos del BCE apuntan a una inflación promedio del 8,1% en 2022, para disminuir al 5,5% en 2023 y al 2,3% en 2024 y se espera, además, que la actividad económica en la zona del euro «se ralentice notablemente en los próximos trimestres», con un crecimiento de la economía del 3,1% en 2022 que se desacelerará al 0,9% en 2023.

«Aunque actualmente no se prevé una recesión en la zona del euro como escenario de referencia, cada vez es más probable. De hecho, la incertidumbre es alta y tanto la inflación como la evolución del PIB dependerán en gran medida de la gravedad de cualquier interrupción del suministro de energía y de las condiciones invernales, lo que podría conducir a precios más altos de la energía y a recortes de producción más severos», ha avisado la subgobernadora.

En el lado positivo, Dlegado ha destacado que el mercado laboral «sigue siendo sólido», si bien el crecimiento de los salarios se ha mantenido «lento» en los últimos meses y «sigue siendo moderado» en comparación con las tasas de inflación actuales. «Es crucial que, de cara al futuro, tanto las demandas salariales como los márgenes empresariales se mantengan moderados para evitar la aparición de efectos de segunda ronda significativos, que solo harían más persistentes las presiones inflacionarias», ha recalcado.

La subgobernadora también se ha referido al proceso de normalización de la política monetaria en el contexto de aumento de la inflación, que ha tenido su reflejo en el aumento significativo de tipos de interés del mercado, como es el caso del Euríbor a 12 meses, el coste de la emisión de deuda corporativa o el interés de los nuevos préstamos a empresas, al tiempo que ha provocado un aumento gradual del coste medio de la deuda pendiente para los hogares y las empresas.

En este escenario, la subgobernadora del Banco de España ha reconocido que el sector bancario europeo mantiene actualmente una posición «sólida» y mejoró su rentabilidad en el primer semestre de 2022, gracias a los tipos más altos, y la rentabilidad sobre recursos propios (RoE) siguió siendo heterogénea entre modelos de negocio y países. Además, Delgado descuenta que pronto las entidades empezarán a remunerar los depósitos, lo que tendrá un impacto en los márgenes.

De cara a 2023, la subgobernadora ha advertido de que la combinación de un deterioro de las perspectivas macroeconómicas junto con condiciones de financiación más restrictivas «ejercerá presión sobre la capacidad de servicio de la deuda de las empresas y los hogares». «Creo que el mercado laboral será uno de los elementos clave que definan el entorno económico. Su robustez podría compensar parcialmente las consecuencias negativas de los choques energético e inflacionario», ha reflexionado.

En este contexto, Margarita Delgado ha hecho un llamamiento a la prudencia y ha incidido en la necesidad de que las entidades de crédito se aseguren de que sus niveles de provisiones y sus modelos de capital tengan en cuenta los escenarios más adversos.

«Es en un horizonte más largo (uno o dos años) cuando es probable que surja el impacto negativo en la capacidad de los hogares y las empresas para cumplir con sus obligaciones financieras», ha avisado Delgado, quien al mismo tiempo ha mostrado su convicción de que los bancos europeos están bien preparados para hacer frente a las nuevas tensiones y turbulencias.

LA POLÍTICA FISCAL TIENE UN PAPEL «CLAVE» QUE JUGAR

Por otro lado, la subgobernadora del Banco de España ha hecho hincapié en que la política fiscal tiene «un papel clave que jugar» en el escenario actual de incertidumbre, «siempre que se dirija a los hogares y sectores económicos más golpeados por la crisis, dado el limitado margen de maniobra de los presupuestos públicos».

En este sentido, Delgado ha afirmado que una combinación adecuada de políticas apoyaría la normalización económica y ayudaría a abordar el episodio inflacionario, al igual que la continuación de enfoques prudentes por parte de quienes fijan los precios y los salarios.

«No se trata de una crisis financiera, sino de una mezcla de aspectos geopolíticos, energéticos, comerciales y, sobre todo, humanitarios, que requerirán decisiones firmes para evitar males mayores», ha avisado.

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