La semFYC asegura que los datos de las plazas MIR «se deben valorar en base a la convocatoria de este año»
Ante la convocatoria de elección de plaza de especialidad médica de médico interno residente (MIR) por parte de los egresados de Medicina del 2023, y, tras dejar 202 plazas de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria sin cubrir, la Junta Directiva de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC) declara que, aunque «los datos pueden parecer preocupantes, se han de valorar en base a la convocatoria de este año».
En este sentido, desde la semFYC explican que, en primer lugar, este año se han aumentado en 362 el número total de plazas (8.550 este año frente a 8188 el pasado) y, en concreto, en 119 las de Medicina de Familia (2.455 este año frente a 2.336 el pasado).
«Al finalizar la elección detectamos una tendencia a la mejora, y se habían elegido un mayor número de plazas de Medicina Familiar y Comunitaria que en el año anterior (2.253 este año frente a 2.136 el pasado). El número de plazas no elegidas en términos relativos es menor que en la convocatoria anterior», aseguran desde la semFYC.
En segundo lugar, destacan que, «si Medicina de Familia fuese una especialidad con una oferta de plazas similar a las demás, se colocaría en el primer percentil de las más elegidas, siendo una de las más demandadas hasta el número 4.000». «A partir de este número es lógico que al ser la especialidad con mayor número de plazas sea la que más vacantes acumuladas presente al final del periodo de elección», afirman.
Por último, las 202 plazas que no se han cubierto son, en su gran mayoría, plazas ubicadas en zonas rurales, de difícil cobertura. Con respecto a este aspecto, la Sociedad asegura que «los jóvenes recién licenciados encuentran menos atractivas las zonas rurales, y quieren formarse en localidades con recursos, y posibilidades culturales, de ocio, además de valorar la elección por proximidad».
La semFYC propone llevar a cabo acciones proactivas e implantar soluciones para poner freno a esta situación entre las que destacan: promover las vocaciones de médicos desde el bachillerato, ya que el sistema actual deja fuera vocación cambiándolas por puntuaciones; aumentar la carga docente de Medicina de Familia en las universidades, y considerar la situación contractual y laboral de los médicos de familia, así como atender a las necesidades actuales de implantar un nuevo modelo organizativo y de gestión.