La Semana Santa salva la campaña del sector de la flor cortada, que muestra su preocupación por la sequía
SEVILLA, 22
El responsable del sector de la flor cortada en COAG-Andalucía, Luis Manuel Rivera, ha mostrado su preocupación por la incidencia de la sequía y, especialmente, ante los recientes cortes de agua anunciados por la Junta en el sector, aunque ha trasladado que los productores han logrado vender en buena medida la producción de flores prevista para la campaña de Semana Santa de este año.
En declaraciones a Europa Press, Rivera ha advertido que el problema llega «a partir de ahora» a causa de los cortes previstos por el Gobierno autonómico, con especial incidencia en la costa noroeste de Cádiz, uno de los principales foco de flor cortada en Andalucía, tras afectar ya el año pasado la sequía a la producción en la zona del Bajo Guadalquivir, donde ahora han tenido que sembrar menos flores ante la falta de agua.
De este modo, Rivera ha afirmado que la escasez de agua no ha repercutido gravemente a la producción para la campaña de Semana Santa, aunque ha afirmado que no posee datos al respecto de la misma, una de las más importantes anualmente que afronta el sector de la flor cortada en Andalucía y que supone un 15% de su facturación anual, según apuntó Rivera el pasado año.
El responsable agrario ha insistido en el perjuicio que supone los cortes de agua anunciados por la Junta en los recientes decretos aprobados este año. En concreto, ha criticado que la Administración regional haya reducido sucesivamente la cantidad disponible para el riego, pasando de 2.500 metros cúbicos en los últimos meses a 800 metros cúbicos por hectárea, cuestión esta última que ha sorprendido a los agricultores «con el pie cambiado» y la plantación sembrada, ha afeado Rivera, quien ha trasladado que estos decretos han creado «incertidumbre» en el sector.
En particular, Rivera ha instado al Ayuntamiento de Chipiona, punto fuerte del sector y área conocida por el responsable agrario, para que «agilice los trámites» con el objetivo de que los regantes de la zona pueda emplear el agua de una depuradora, que podría suponer la salvación de estos productores para ahora y, quizás, en los próximos años.
El responsable agrario ha señalado que la evolución negativa de la flor cortada, que ha supuesto la reducción de 450 hectáreas antes de la pandemia a 200-250 actuales en la costa noroeste de Cádiz dedicada a estas plantaciones, se inició con la pandemia de la Covid-19, a la que siguió la guerra de Ucrania y el aumento de los costes de producción, y ahora acentuada por la sequía, que afecta al sector y a todos los cultivos.