La SEÑ apuesta por la coordinación entre administración, colegios y familias para mejorar la alimentación infantil


La Sociedad Española de Nutrición (SEÑ) considera necesario apostar por «la coordinación, cooperación y diálogo» entre todos los agentes responsables de la educación de niños y adolescentes, administración pública, profesores, AMPAS, familias y niños y adolescentes, para «conseguir avanzar en materia de educación alimentaria y poder frenar los grandes índices de obesidad que tenemos actualmente».

Así se ha puesto de manifiesto durante la II jornada El colegio como centro formador en salud , organizada por la SEÑ y el grupo de investigación ImFINE en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte-INEF de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM). En el encuentro, se ha resaltado la importancia fundamental de los formadores y profesionales de la alimentación, nutrición, dietética, actividad física y salud en general, para inculcar hábitos saludables entre los más jóvenes, destacando la figura de la enfermera y el profesor de Educación Física en los colegios.

«En España, la obesidad infantil es un problema grave y es urgente tomar medidas», ha señalado la presidenta de la SEÑ, Marcela González-Gross.

«El rol de los educadores en los colegios es esencial para que los estudiantes adquieran hábitos saludables, pero es imprescindible la colaboración de todos: administración pública, AMPAS, familias, profesores de educación física y profesionales de la salud y nutrición», ha agregado.

Durante la inauguración de esta II jornada, la directora ejecutiva de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), Isabel Peña-Rey, ha destacado la relevancia de este tipo de jornadas para poner en valor el colegio y el entorno escolar como centros formadores en salud. Además, ha querido destacar el papel que juega la AESAN velando, no sólo por la seguridad alimentaria en los colegios para que los alimentos que se consumen sean seguros, sino también para que sean sostenibles y accesibles a todas las familias.

Según los expertos, la obesidad es un problema multifactorial que requiere de soluciones integrales y la cooperación de distintos profesionales y autoridades. «Los centros educativos son entornos clave para promover estilos de vida saludables en la infancia que se mantengan en la edad adulta», ha subrayado la subdirectora general de Nutrición de la AESAN, Almudena Rollán. Para ello, ha continuado, «como ejemplo de estas medidas que facilitan estas soluciones integrales, están los trabajos para garantizar una alimentación de calidad en el ámbito escolar, como el control oficial en los comedores, el proyecto de Real Decreto que le da el soporte legal; u otras medidas como la reformulación para reducir principalmente, grasas, azúcares y sal en los alimentos; y en un mayor control de la publicidad de alimentos poco saludables».

EVIDENCIA CIENTÍFICA

Según varios estudios la calidad de la dieta de los niños españoles, así como la práctica de actividad física, el tiempo de uso de pantallas y la calidad de vida de la infancia y la adolescencia, han ido empeorando con los años, especialmente en las familias con rentas más bajas.

Para combatir esta tendencia, «hay que reivindicar la evidencia científica frente a las fake news «, ha expuesto Enrique García, del departamento de Comunicación y Relaciones Institucionales de la OCU. Además, ha querido profundizar en la falta de intensidad de planes contra la obesidad como los que establece la estrategia NAOS. Según la OCU, tras la subida de precios en la cesta de la compra, «algunos alimentos como el pescado son un lujo para el 50 por ciento de las familias españolas, con lo que ha bajado su consumo, así como el de los huevos o la fruta; alimentos imprescindibles para el buen desarrollo infantil», ha apuntado.

Además, según el estudio de la OCU que analiza los menús escolares, «ninguno de los más de 600 centros analizados cumple a rajatabla con las recomendaciones de la AESAN. De hecho, se observa un mayor consumo de patata en detrimento de las legumbres, se comen verduras, pero fundamentalmente en purés, faltan huevos, se observa un exceso de proteína procedente de la carne y falta pescado azul. Finalmente, la fruta, en muchas ocasiones, se sustituye por postres lácteos azucarados» concluye García.

En este sentido, la presidenta de la Fundación Española de la Nutrición (FEN), Rosaura Leis, ha destacado la conexión entre las elevadas tasas de sobrepeso y obesidad en niños y adolescentes españoles y el abandono de nuestras dietas tradicionales, Mediterránea y Atlántica, en favor de dietas altas en energía, pero con poco valor nutricional.

«La nutrición en los primeros 1.000 días de vida y durante la infancia y adolescencia es crucial para prevenir enfermedades y promover la salud a corto, medio y largo plazo. Promover el consumo de nuestra dieta y gastronomía tradicional, como la Mediterránea y la Atlántica, desde la infancia podría ser una estrategia clave para combatir este hambre oculta. En este esfuerzo, tanto la escuela como la familia, y especialmente los cuidadores, deben desempeñar un papel fundamental», ha señalado.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

España y un sindicato bancario otorgan una línea de avales verdes a Siemens Gamesa por 1.200 millones
Galicia reclama a Hacienda que «se recojan las singularidades que tiene Galicia» por envejecimiento y dispersión

Bloqueador de anuncios detectado

Por favor, considere ayudarnos desactivando su bloqueador de anuncios