La respuesta inmunitaria es la responsable del daño neurológico que se produce en infecciones víricas, según un estudio
Investigadores de la Universidad McMaster (Canadá) han descubierto que la respuesta del sistema inmunitario es la responsable directa de los daños neurológicos que se producen cuando existe una infección vírica. De esta manera, descartan que infecciones víricas agudas, como el Zika o el Covid-19, sean las causantes de los daños neurológicos.
La investigación, publicada en Nature Communications , fue dirigida por Elizabeth Balint, estudiante de doctorado en McMaster, y Ali Ashkar, profesor del Departamento de Medicina y de la Cátedra de Investigación de Canadá en Inmunidad Natural y Función de las Células NK.
«Nos interesaba tratar de entender por qué tantas infecciones víricas se asocian a enfermedades neurológicas. Nuestras pruebas sugieren que no es el virus en sí el que causa el daño, sino una población única de células T, que forman parte del sistema inmunitario, las que son realmente responsables del daño», ha indicado Balint.
Para llegar a esta conclusión, el equipo de McMaster se centró en el virus del Zika. Durante las pruebas de laboratorio, los investigadores encontraron, como era de esperar, células T específicas para el Zika y diseñadas para eliminar las células infectadas.
«Lo interesante de nuestro estudio es que, aunque encontramos algunas células T específicas para el Zika, identificamos células que no funcionaban como una célula T normal y estaban eliminando muchas células que no estaban infectadas por el Zika», ha añadido el investigador.
Estas células se denominan células T NKG2D+CD8+ y los investigadores afirman que su respuesta agresiva es responsable de los daños neurológicos sufridos por infecciones que van más allá del Zika, como el Covid-19 e incluso el shock séptico.
La respuesta agresiva es el resultado de la producción de grandes cantidades de proteínas inflamatorias llamadas citoquinas, que con moderación ayudan a coordinar la respuesta del cuerpo en la lucha contra una infección o lesión, indicando a las células inmunes dónde ir y qué hacer cuando llegan.
«Si las células inmunitarias de nuestro cuerpo reaccionan de forma exagerada y producen citoquinas inflamatorias en exceso, esta condición conducirá a una activación inespecífica de nuestras células inmunitarias que, a su vez, provocará daños colaterales. Esto puede tener graves consecuencias si ocurre en el cerebro», afirma Ashkar.
El descubrimiento ofrece a investigadores y científicos una nueva diana para el tratamiento de enfermedades neurológicas desencadenadas por infecciones víricas agudas. De hecho, Balint ya ha encontrado un tratamiento prometedor.
«Elizabeth ha experimentado con un anticuerpo capaz de bloquear por completo y tratar la neurotoxicidad devastadora en el modelo animal, que ya está en fase de ensayo clínico para distintos usos en humanos», ha afirmado Ashkar.
Ahora, Balint espera seguir trabajando para encontrar un tratamiento que sea eficaz en humanos.