La residencia presidencial de Los Pinos estrena su nuevo rol con la proyección de Roma , de Alfonso Cuarón
El Palacio de Los Pinos, la residencia oficial de la Presidencia de México, reconvertida por Andrés Manuel López Obrador en un centro cultural, ha estrenado su nuevo rol con la proyección de Roma , la última película del director mexicano Alfonso Cuarón.
López Obrador ya anunció en la campaña para las elecciones presidenciales del 1 de julio que, si ganaba, no viviría en la lujosa mansión de Los Pinos, desmarcándose así de sus predecesores. El líder izquierdista, que el 1 de diciembre tomó posesión del cargo, sigue en su casa de Ciudad de México.
Su plan para Los Pinos es «abrirla al pueblo» como una casa de la cultura. En su primer evento de esta naturaleza, la otrora mansión presidencial comenzó a proyectar el jueves Roma , una historia autobiográfica por la que Cuarón ya ha sido nominado como mejor director a los Globos de Oro.
Solo durante el primer día de proyección se formaron largas colas para entrar en el jardín del helipuerto de Los Pinos transformado en un cine al aire libre que dio cabida a unas 3.000 personas.
«El lugar que hasta hace unos días era el espacio más representativo de los privilegios del poder presidencial hoy se convirtió en un cine para el pueblo», ha destacado el Gobierno de López Obrador en Twitter.
Por su parte, Cuarón ha celebrado por la misma vía que «la función de Roma en Los Pinos tuvo un saldo blanco de basura». Además, ha animado a los espectadores a sumarse al «Romatón».