La reprogramación celular permite generar redes neuronales que reproducen características únicas de las células humanas
El descubrimiento de las técnicas de reprogramación celular para generar cultivos de neuronas humanas a partir de células de la piel ha revolucionado el estudio y el desarrollo de terapias innovadoras en neurociencias, según estudio realizado por investigadores de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud y el Instituto de Neurociencias de la UB (UBNeuro).
Esta nueva metodología de reprogramación celular permite generar redes neuronales que reproducen características únicas de las células humanas _diferentes a las que se obtienen a partir de células de roedor_ con unas dinámicas temporales que recuerdan al desarrollo del cerebro humano.
Por esta razón, los modelos celulares basados en células humanas reprogramadas podrían impulsar el desarrollo de nuevas terapias eficaces en la lucha contra las neuropatías y, al mismo tiempo, reducir el uso de animales de experimentación en el laboratorio.
El estudio, publicado en la revista Stem Cells Reports , está dirigido por el investigador Daniel Tornero, de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud, el Instituto de Neurociencias de la UB (UBNeuro) y el IDIBAPS. También participan los investigadores Jordi Soriano y Estefanía Estévez-Priego, de la Facultad de Física y el Instituto de Sistemas Complejos de la UB (UBICS) y Zaal Kokaia, de la Universidad de Lund (Suecia), entre otros.
A pesar de compartir gran parte de nuestro genoma con la mayoría de los mamíferos, «existen diferencias considerables entre nuestras células y las de otras especies como los roedores, que se usan como modelo animal para la mayoría de las patologías», detalla Daniel Tornero, del Departamento de Biomedicina de la UB.
En concreto, añade que «existen unas diferencias muy significativas en el cerebro, sobre todo a nivel de organización y conectividad. Esto hace que nuestras capacidades cognitivas sean tan diferentes y también explica por qué los defectos que dan lugar a las patologías que afectan a nuestro cerebro no se reproducen de la misma manera en los cerebros de estos animales».
Los límites que presentan los estudios con modelos animales podrían superarse mediante la tecnología de reprogramación celular, basada en la inducción de células madre pluripotentes humanas (hiPSCs), que fue desarrollada por Shinya Yamanaka en 2007. Se trata de una metodología capaz de generar cultivos de cualquier tipo celular a partir de células de una persona adulta -de manera relativamente sencilla, eficiente y sin consideraciones éticas relevantes- con un gran potencial de aplicación clínica en terapia celular y medicina regenerativa.
En el marco del estudio, el equipo ha aplicado la técnica de registros de los niveles de calcio intracelulares para comparar las propiedades de los cultivos neuronales generados con la tecnología de reprogramación celular a partir de células humanas, con los que se han obtenido de cerebros de roedor y humanos.
Esta técnica ofrece una medida indirecta de la actividad neuronal: durante el impulso nervioso, que se transmite de una neurona a la siguiente, los niveles de calcio aumentan de manera característica y pueden registrarse mediante los sensores de calcio intracelulares.
DIFERENCIAS ENTRE LOS DIFERENTES CIRCUITOS NEURONALES
El equipo ha podido estudiar y diferenciar por primera vez las características propias de los diferentes circuitos neuronales generados, unas estructuras biológicas que a simple vista podrían parecer idénticas.
Los resultados muestran que las neuronas de origen humano se comportan de manera diferente a la hora de generar circuitos neuronales desde el punto de vista funcional. Estas características explicarían en parte los problemas asociados a los modelos animales usados para estudiar las patologías del cerebro humano.
«En primer lugar, lo que más nos llama la atención es la escala temporal que determina la generación y maduración de la red neuronal. Los cultivos derivados de células humanas muestran un comportamiento dinámico rico y a la vez gradual, de manera que se observa claramente el proceso de maduración de la red neuronal generada desde los 20 días hasta los 45 días de cultivo», detalla Daniel Tornero.
«Durante ese período, y gracias a los diferentes descriptores que hemos desarrollado, se ha podido analizar cómo la red neuronal va ganando en complejidad con el tiempo, a medida que las neuronas humanas se van conectando cada vez más entre ellas», explica el investigador.
Además, explican que las neuronas humanas consiguen realizar conexiones mucho más largas dentro del cultivo, una propiedad que vendría determinada por su biología, ya que el cerebro del humano es mucho más grande que el de los roedores. «Sin embargo, los circuitos neuronales generados a partir de células de roedor muestran un comportamiento monótono desde tiempos muy cortos, sin apenas cambios a lo largo de su evolución», apunta Tornero.