El presidente de Gambia y su antecesor Yahya Jamé unen sus fuerzas de cara a las presidenciales de diciembre
El presidente de Gambia, Adama Barrow, y el que fuera su antecesor en el cargo, Yahya Jamé, han anunciado que trabajarán de manera conjunta de cara a las próximas presidenciales del 4 de diciembre, en las que se espera que el primero se presente a la reelección paso a pesar de que había prometido abandonar el poder.
El Partido Nacional del Pueblo (PNP) de Barrow, recién formado en enero, y la Alianza para la Reorientación Patriótica y la Construcción (APRC), liderada por Jamé, han declarado conjuntamente que ambos trabajarán para «lograr sus objetivos» en las siguientes elecciones, según informa la agencia Bloomberg.
Un matrimonio político que pone en cuestión las promesas de Barrow de investigar y castigar a los responsables de los crímenes cometidos durante las más de dos décadas en las que Jamé tuvo el poder en Gambia, bajo acusaciones de graves violaciones contra las libertades y los Derechos Humanos.
«La ahora formidable alianza de varios partidos sin duda marcará el comienzo de una enfática victoria electoral y un nuevo amanecer de una Gambia para todos los gambianos», ha asegurado el PNP como garante de «la paz, la esperanza, la tolerancia, el desarrollo y el Estado de derecho».
Barrow, magnate inmobiliario de 55 años, se presentó como candidato independiente en 2016, y obtuvo el apoyo de siete grupos políticos para derrocar Yahya Jamé, en el cargo durante 22 años, quien abandonó el país tras las presiones de la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), que llegó a amenazar con una intervención militar si no cedía el poder.
Si bien aseguró que solo estaría tres años al frente de Gambia y que llevaría al país a nuevas elecciones, parte de la coalición aceptó apoyar un mandato de cinco años, como contempla la Constitución, lo que provocó divisiones internas y derivó en protestas en las que participaron miles de personas.
En septiembre de 2020, el Parlamento bloqueó una propuesta constitucional que decretaba un límite de dos mandatos presidenciales de cinco años, pero con carácter retroactivo, por lo que Barrow podría optar a un mandato más, en medio del rechazo de sus socios, lo que habría llevado a algunos de ellos a votar en contra.