La reforma feminista del Reglamento del Congreso prosigue su camino tras rechazarse el texto alternativo de Vox


Los de Abascal tachan de «soberana estupidez» el uso del lenguaje inclusivo y el PP se abstiene

El Pleno del Congreso ha rechazado este jueves la enmienda de totalidad de Vox contra la reforma del Reglamento del Congreso impulsada por PSOE y Sumar para evitar el masculino genérico que prosigue, por tanto, su tramitación en la Cámara Baja. El texto alternativo de Vox ha sido rechazado por todos los partidos, salvo el PP y UPN, que han optado por la abstención.

Los de Abascal proponían sustituir la reforma impulsada por los grupos del Gobierno por una serie de medidas como reducir el número de comisiones parlamentarias, volver al castellano como única lengua oficial en la Cámara, y acabar con la flexibilidad en las tomas de posesión de diputados y en la formación de los grupos parlamentarios.

La Cámara aceptó tramitar el pasado 19 de marzo esa reforma feminista que actualiza todos los artículos del Reglamento del Congreso sustituyendo el masculino genérico por lenguaje inclusivo y términos neutros.

Vox ya votó en contra de la reforma en aquel debate y este jueves ha intentado sin éxito frenarla y sustituirla por otra reforma reglamentaria muy distinta.

De entrada, proponía volver al castellano como única lengua posible en el Congreso, poniendo fin al uso de las lenguas cooficiales que el PSOE pactó con los independentistas de ERC y Junts a cambio de sus votos para dominar la Mesa del Congreso.

También quería recortar el número de comisiones parlamentarias, limitando a doce las que están relacionadas con los ministerios del Gobierno y al mínimo «imprescindible» las propias de la actividad parlamentaria.

Asimismo proponía que, al tomar posesión, los diputados únicamente puedan decir sí, juro o sí, prometo , sin más añadidos, y que sólo se permita formar grupo parlamentario propio a aquellas formaciones que cumplan estrictamente las condiciones que fija el Reglamento, sin lecturas flexibles ni préstamos de diputados.

Por último, reclamaban que los informes de los letrados lleguen a todos los grupos parlamentarios y no sólo a quienes estén representados en la Mesa del Congreso, y que se amplíen las opciones de voto telemático a los diputados.

UNA «BARBARIDAD» DEL «FEMINISMO DESTRUCTIVO»

De «barbaridad» y «soberana estupidez» ha tachado la reforma de PSOE y Vox la diputada de Vox Lourdes Méndez, para quien el texto supone un «ataque a la lengua por parte de un feminismo destructivo» que «ha enloquecido» y que sólo busca «imponer su ideología de división y odio».

A su juicio, la proposición de ley parte de la «premisa falsa» de que «el masculino genérico consecuencia del patriarcado» y, además, como sostiene la Real Academia de la Lengua, no sirve para avanzar en la igualdad.

De su lado, la vicepresidenta cuarta de la Mesa, la popular Marta González, ha dicho ver «bien» que la redacción de los documentos del Congreso a «sea más cuidadosa en relación con el uso de determinadas expresiones» pero no que se haga una «revisión de textos legales previos» y menos aún con una reforma que no ha sido consensuada con el grupo mayoritario de la Cámara.

También ha rechazado «modificaciones» que, a su juicio, «entorpecen el trabajo» parlamentario, como el uso de las lenguas cooficiales, y ha señalado que «no puede ser que, para escapar a palabras que tienen género masculino, haya que acudir a circunloquios horribles y repeticiones farragosas».

La diputada socialista María Adrio ha recalcado a Vox la importancia del lenguaje, también para los avances sociales y les ha recordado que la palabra «presidenta» está recogida en el Diccionario de la Real Academia desde 1803. «Les creí antiguos, pero igual no tanto», ha deslizado, tras defender que el nuevo Reglamento es reflejo de una sociedad que no representa el grupo de Vox, donde sólo hay nueve mujeres de 33 miembros. «Si aplicáramos ese porcentaje al conjunto de los 350 diputados y diputadas que conforman la Cámara, aquí solo habría 95 mujeres en lugar de las 156 que somos», ha dicho.

ROMANCERO GADITANO

Por su parte, la vicepresidenta tercera del Congreso, Esther Gil de Reboleño, de Sumar, ha tirado de romancero gaditano para acusar al líder de Vox, «Santiago (Abascal) de «desprestigiar a las mujeres como un niño mal criado». «Senadoras, diputadas, son palabras entendibles. Presidentas, ciudadanas, ¡que no somos invisibles!», ha clamado, antes de achacar a un «berrinche machista» la enmienda de Vox, a quien también ha reprochado que quiera eliminar la Comisión de Seguimiento para el Pacto contra la Violencia de Género.

Por último, el diputado del BNG, Néstor Rego, ha acusado a Vox de aprovechar la reforma para «una vuelta de tuerca regresiva», también en materia lingüística, pues quieren volver a «imponer el español» en la Cámara Baja y ha defendido la reforma por ser de «sentido común» y de «respeto a la mitad a la población».

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