La protonterapia tiene «un futuro extraordinario» por su baja toxicidad y beneficios clínicos, según experto
Los beneficios clínicos y la baja toxicidad convierten la protonterapia en un tratamiento con «un presente y un futuro extraordinarios», según ha resaltado el director científico de la Unidad de Protonterapia del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra (CCUN), el doctor Felipe A. Calvo, durante un encuentro científico celebrado en la Real Academia Nacional de Medicina.
En su intervención, el experto ha destacado los beneficios dosimétricos y clínicos de la protonterapia, sus ventajas evidentes minimizando la radiación innecesaria de tejidos y órganos sanos cercanos al tumor, así como la experiencia positiva en la calidad de vida de los pacientes tratados y la limitación del desarrollo de nuevos tumores tardíos en la zona expuesta a irradiación.
Así, el doctor Calvo ha subrayado la «firme evidencia» de la ventaja de la protonterapia frente a la radioterapia con fotones o electrones en pacientes oncopediátricos, ya que «protege la neurocognición en el caso de tumores cerebrales, y potencia la tolerancia hematológica evitando significativamente la radiación de la sangre circulante, lo cual protege la autodefensa del paciente.
Además, la radiación con protones «evita significativamente la aparición de nuevos tumores», y eso es «especialmente prometedor para evitar exponerlos a nuevos procesos oncológicos que requieran tratamiento activo y por tanto la vida y la calidad de vida de los niños largos supervivientes de cáncer».
En pacientes adultos, el doctor Calvo ha resaltado la calidad de esta alternativa a la radiación tradicional, especialmente frente al cáncer de próstata, de mama y de esófago. Entre las ventajas más sobresalientes, ha mencionado la reducción de la exposición a radiación no necesaria sobre órganos como el corazón, los pulmones, el recto o la vejiga.
Otra contribución singular de la protonterapia es el hipofraccionamiento extremo (tratar en muy pocas fracciones/días), que aumenta la autonomía y mejora del nivel de independencia entre estos pacientes sin comprometer la tolerancia, especialmente en los pacientes ancianos, frágiles o dependientes.
Según el doctor Calvo, «en estos momentos hay 150 unidades de protonterapia en todo el mundo. Hay 33 en construcción y otras 44 planificadas, entre ellas, las diez que se pondrán en marcha en el Sistema Nacional de Salud gracias a la generosidad de la Fundación Amancio Ortega».
«La protonterapia crece, y crece porque el beneficio es evidente para la práctica clínica optimizada, por la precisión geográfica en el depósito de la radiación. Su eficiencia es aplaudida por pacientes y por profesionales», ha señalado.
Por su parte, el presidente de la Real Academia Nacional de Medicina, el doctor Eduardo Díaz-Rubio, ha felicitado al doctor Calvo por su sesión científica. En su opinión, los avances en protonterapia son ya «ultravanguardia de la Radioterapia». «Las evidencias clínicas expuestas reflejan que estamos ante un cambio de paradigma, de esos que suceden poco en la historia de la Medicina», ha advertido.
Después de testar las ventajas de este tratamiento, el presidente de los académicos ha aprovechado su intervención para pedir «que la protonterapia llegue pronto a todos los pacientes que se pueden beneficiar de ella». «Es importante que aumente la solicitud del mecenazgo para avanzar en el progreso científico con pronta aplicación para toda la sociedad. Está claro que debe ser un recurso de acceso en indicación especializada lo antes posible», ha concluido.