La protección contra el calor en los trabajadores en España es «claramente insuficiente», según CCOO


En un contexto de emergencia climática y de incremento de las olas de calor, la legislación española «sigue ofreciendo una protección insuficiente a las personas trabajadoras cuyas condiciones de salud se ven afectadas por el incremento de las temperaturas», según desvela el estudio europeo Adapheat, liderado por la Fundación 1º de Mayo de CCOO, que ha estudiado las políticas públicas de salud y seguridad en el trabajo y las experiencias de diálogo social y negociación colectiva en cinco países europeos (España, Italia, Hungría, Países Bajos y Grecia) y en la UE.

El proyecto Adapheat está liderado por la Fundación 1º de Mayo de CCOO y en él participan también la Fondazione di Vittorio (Italia), el Instituto Heleno para Salud y la Seguridad Ocupacional (ELINYAE, Grecia), la Universidad Libre de Amsterdam (Vrije Universiteit Amsterdam, Países Bajos) y el sindicato húngaro Magyar Szakszervezeti Szövetség – MASZSZ (Hungría). El proyecto ha analizado además cómo los actores sociales están abordando los desafíos de la adaptación al cambio climático, en diferentes contextos de relaciones laborales, socioeconómicos y políticos.

«Es un proyecto muy pertinente en la medida en que la urgencia climática está completamente instalada en Europa y hasta ahora la salud ocupacional y la negociación colectiva sólo habían dado los primeros pasos en los últimos años en el debate público y científico sobre la materia», ha asegurado durante la rueda de prensa el investigador de la Fundación 1º de Mayo y coordinador del proyecto, Sergio Salas.

«Consideramos que el proyecto ha sido todo un éxito fruto del trabajo conjunto, la colaboración y el aprendizaje colectivo de todos los socios que forman parte del mismo», ha añadido Salas.

Según el estudio, las políticas de seguridad y salud en el trabajo en Europa siguen ofreciendo una «respuesta insuficiente» a los desafíos del cambio climático sobre la salud de los trabajadores, y, aunque el cambio climático y sus efectos han entrado en la agenda política, hasta el momento se ha abordado fundamentalmente como un problema de salud general, y no como un asunto de salud ocupacional. Así, el estudio ha encontrado que, a pesar de la creciente preocupación por los efectos de las altas temperaturas sobre la salud, aún faltan marcos legales de protección de los trabajadores ante los eventos de calor, y no se aplican medidas básicas como la suspensión del trabajo durante los eventos de calor extremo.

En el caso concreto de España, además de una protección insuficiente, se ha encontrado una falta de especificidad en las políticas existentes. Además, se ha observado una escasa presencia de los eventos de calor en la negociación colectiva, algo que se da también en el resto de países europeos analizados.

RECOMENDACIONES

El informe incluye además recomendaciones como que los sistemas de alerta de olas de calor se adapten a la realidad concreta del lugar de trabajo, con evaluaciones del calor y la vigilancia de las condiciones ambientales precisas y continuas, que se desarrollen protocolos de acción contra el calor participativos y vinculantes que garanticen un entorno de trabajo seguro ante el aumento de las temperatura o que se refuercen las cláusulas de salud y seguridad en los convenios colectivos, entre otros. En cuanto a los sistemas de alertas, estos deben ser fáciles de consultar y deben incorporar no sólo registros de temperatura, sino también de humedad y mortalidad por calor. Cualquier sistema de alerta deberá calibrarse en función de la carga metabólica que implican las actividades a realizar en el lugar de trabajo y el grado de transpirabilidad de la vestimenta o EPI correspondiente.

«La negociación colectiva y el diálogo social deben profundizar aún más de lo que los vienen haciendo en la protección de los trabajadores contra el calor, que está incrementando fuertemente sus efectos en la salud debido al cambio climático. Para ello, la legislación debe desarrollarse en estableciendo valores límite claros científicamente informados y asegurando el derecho a la participación de los trabajadores en materia de prevención contra el estrés térmico en todos los países de la UE», ha señalado el secretario de salud laboral y sostenibilidad medioambiental de la Confederación Sindical de CCOO, Mariano Sanz.

«Aunque en el momento de la aprobación del RD 4/2023 valoramos positivamente que por fin se legislara para mejorar la protección frente a las condiciones climáticas en los trabajos al aire libre, creemos que ha llegado el momento de reformarlo para su mejora. En las últimas semanas se ha presentado una reformulación de Meteosalud, el sistema de alertas por altas temperaturas del Ministerio de Sanidad, que incluye criterios de salud en función de zonas isoclimáticas, A nuestro juicio, y puesto que hablamos de proteger la salud de las personas trabajadoras, es una referencia más apropiada y la que debería figurar actualmente en el texto del RD», ha añadido Sanz.

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