La prevalencia de la enfermedad renal crónica en sus fases más avanzadas ha aumentado un 23% en 10 años
La prevalencia de la enfermedad renal crónica en sus fases más avanzadas, las que requieren un tratamiento renal sustitutivo, ya sea hemodiálisis, diálisis peritoneal o trasplante, ha aumentado un 23 por ciento en una década, según arrojan los datos del Registro de Tratamiento Renal Sustitutivo de la Sociedad Española de Nefrología (SEN) puestos de manifiesto por la presidenta de la misma, la doctora María Dolores del Pino.
Así se ha expresado en el marco del XLVIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Nefrología y el IX Congreso Iberoamericano de Nefrología, que ha comenzado este viernes en Madrid. De forma paralela, la doctora Del Pino ha alertado de que la incidencia, el número de casos nuevos, de enfermedad renal crónica también se incrementa.
En concreto, y siempre según los datos del Registro de la SEN, actualmente se registran 142 casos de enfermedad renal crónica por millón de habitantes, frente a los 130 diagnósticos por millón que se registraban en 2006. Además, las personas de más de 65 años representan el 50 por ciento de los casos nuevos.
Paralelamente, el número de personas que necesitan diálisis o trasplante renal en España ya supera las 1.200 personas por millón de habitantes, ha avisado la presidenta de la SEN, lo que comporta un número total de 60.000 en el país. Por grupo de edad, el segmento de población que más precisa tratamiento renal sustitutivo es el del rango de 45 a 65 años.
«Esta previsión se puede extrapolar y, desde luego, vamos a tener una epidemia de enfermedad renal crónica, un problema de salud renal que ya tenemos, pero que se va a acrecentar en los próximos años», ha advertido la doctora Del Pino, que ha incidido en que «con las enfermedades renales no podemos ni debemos resignarnos».
«Fallamos en la prevención y en la capacidad de diagnóstico precoz, lo que motiva que las cifras no paren de crecer», ha lamentado la presidenta de la SEN. En este sentido, ha reclamado «un mayor esfuerzo y recursos en los programas de prevención y diagnóstico temprano».
Pero además, el porcentaje de infradiagnóstico de la enfermedad renal crónica se sitúa en un 40 por ciento. Pueden aducirse varios factores, «como el desconocimiento de la enfermedad y la falta de síntomas claros en los estadíos iniciales», ha subrayado la doctora Del Pino, que ha calificado la enfermedad renal crónica de «epidemia silenciosa» por lo desconocida que es.
«El desconocimiento de la enfermedad representa un problema muy serio», ha dicho la experta, que además comporta un «coste en términos de salud para el paciente y un coste económico para el sistema sanitario». «Hay que hablar más de esta epidemia silenciosa», ha resumido.
En este contexto, la experta ha hecho hincapié en la necesidad de «cortar de raíz ciertos falsos mitos» que circulan alrededor de las enfermedades renales. En concreto, «que cuando uno llega a mayor los problemas de riñón son inevitables».
PREVENCIÓN
En el contexto de la prevención de la enfermedad renal crónica, la presidenta de la SEN ha indicado que «hay factores que la provocan que son prevenibles, como la diabetes, que constituye el 25 por ciento de los pacientes que requieren tratamiento renal sustitutivo, la enfermedad cardiovascular, la obesidad y el tabaquismo».
En esta línea se ha expresado, asimismo, el jefe del servicio de Nefrología del Hospital Universitario Gregorio Marañón (Madrid), el doctor José Luño, que también es el presidente del comité organizador del XLVIII Congreso de la SEN.
Según ha especificado el doctor Luño, «casi el 50 por ciento de las personas que tienen que entrar en diálisis tienen diabetes o hipertensión, pero fundamentalmente diabetes».
Y «son enfermedades prevenibles, porque la diabetes tipo 2, la más frecuente, está relacionada con la obesidad y la falta de ejercicio físico, todo prevenible». Pero, si se tiene diabetes, «se debería poder prevenir la aparición de nefropatías mediante un buen control de la glucemia».
Ocurre lo mismo con la hipertensión. «Tenemos fármacos muy adecuados para controlar la presión arterial y con así se evita que estos pacientes entren en diálisis», ha destacado el doctor Luño.
El nefrólogo también ha dedicado un espacio para reclamar que España avance «para que todos los pacientes con enfermedad renal crónica tengan un tratamiento sustitutivo adecuado, y de los más adecuados, el más importante es el trasplante renal».