La presencia de anticuerpos contra el interferón tipo I indica mal pronóstico de la Covid-19
Un estudio internacional, liderado por investigadores españoles, confirma que el 10% de pacientes ingresados por COVID-19, durante la primera oleada en marzo de 2020, presentaban anticuerpos neutralizantes contra el interferón, una molécula utilizada por las células para defenderse o para coordinar la respuesta frente a las infecciones virales. Se ha observado en estos pacientes una evolución más severa con una tendencia a una mayor mortalidad.
El estudio, desarrollado por el doctor Jesús Troya del Servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Infanta Leonor, en colaboración con el grupo de Enfermedades Neurometabólicas del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y los investigadores Jean-Laurent Casanova de la Universidad Rockefeller de Nueva York (EEUU) y Paul Bastard del Instituto Imagine de la Universidad de Paris (Francia), ha sido publicado en la revista Journal Of Clinical Immunology .
El equipo, que plantea el posible beneficio de administración del interferón en los primeros estadios de la enfermedad, ha analizado muestras de suero y plasma almacenadas, así como datos clínicos de 47 pacientes ingresados con neumonía grave por COVID-19 en el Hospital Universitario Infanta Leonor, entre marzo a mayo de 2020. Este estudio refuerza los hallazgos publicados, previamente, por este grupo de investigación en la revista Science que confirman la presencia de estos anticuerpos en los pacientes con peor pronóstico.
Desde un punto de vista clínico, los investigadores han demostrado que los pacientes que tienen anticuerpos contra el interferón elevan parámetros analíticos como la proteína C-reactiva y disminuyen los linfocitos, esto es, tienen alteraciones analíticas más severas que los pacientes que no tienen estos anticuerpos y presentan una evolución más severa con una tendencia a una mayor mortalidad.
Los resultados sugieren que la detección de anticuerpos contra el interferón a la llegada del hospital podría ser de gran utilidad para detectar los pacientes con más probabilidad de deterioro clínico optimizando el manejo clínico y la adecuación terapéutica.
Además, los investigadores subrayan que el hecho de no haber respondido al tratamiento exógeno con interferón podría explicarse debido a que la enfermedad estaba muy avanzada en dichos pacientes. Por lo tanto, se sugiere una utilización lo más temprana posible, sobre todo, en aquellos pacientes con anticuerpos, así como la creación de test diagnósticos rápidos que permitan identificar los pacientes de riesgo