La Policía militar de Honduras realiza controles por cuarto día consecutivo en cárceles de máxima seguridad
La Policía militar de Honduras ha realizado controles este jueves por cuarto día consecutivo en las cárceles de máxima seguridad de El Pozo, ubicada en el departamento de Santa Bárbara, y La Tolva, en el departamento de El Paraíso, en una nueva ofensiva contra las pandillas tras una reyerta que dejó 46 personas muertas en un penal de mujeres cercano a Tegucigalpa, la capital.
Las Fuerzas Armadas de Honduras iniciaron hace cuatro días, junto a la Policía Nacional, una polémica campaña llamada Operación Fe y Esperanza para controlar las cárceles similar a la ofensiva del Gobierno de El Salvador contra las pandillas.
Cerca de 2.000 militares han participado en el operativo. Decenas de presos han sido colocados en el suelo, con pantalones cortos, sin camisa y con las manos detrás de la espalda para realizar una revisión exhaustiva de las celdas, los baños y otras instalaciones de las cárceles, según ha recogido el diario La Prensa .
Las Fuerzas Armadas y la Policía han requisado en la cárcel nacional de Támara un arsenal de armas que va desde granadas hasta pistolas de distinto calibre.
Por otro lado, en el módulo de la Pandilla 18 de la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS) se han encontrado móviles, cargadores, un rúter, equipos de sonido y más de 75.000 lempiras (2.780 euros), entre otros.
Las mismas operaciones llevan repitiéndose en distintas cárceles del país desde el lunes, con la incautación de importantes arsenales de armas y otros objetos peligrosos. «La vida y la seguridad de los ciudadanos y sus bienes la garantiza la Constitución. Nuestra misión es derrotar el crimen organizado que está en las cárceles», aseguró el lunes el ministro de Defensa, José Manuel Zelaya Rosales.
El Gobierno hondureño ha dado un conocer un plan de diez medidas para recuperar el control de las cárceles del país, entre las que destacan la extensión del estado de excepción –vigente desde el 6 de diciembre de 2022–, otorgar el control de las mismas a los militares, o sustituir la prisión preventiva a todas las mujeres que no estén condenadas, o sufran de enfermedades graves.