La plataforma del tren Santander-Bilbao cifra en un 40% los servicios que sufren incidencias
Asegura que la «mala» gestión de la línea ha incidido de manera «directa» en la pérdida de viajeros: un 80% menos en dos décadas
La Plataforma en Defensa del Tren Santander-Bilbao cifra en un 40 por ciento los servicios de esta línea que sufren incidencias, dato que «de ninguna manera» se corresponde con el publicado por Renfe.
Así lo señala el colectivo en un comunicado remitido tras una encuesta de calidad que puso a disposición de los usuarios durante noviembre y diciembre y una recogida de incidencias, «constatadas y reclamadas» por los viajeros en la segunda quincena de enero.
La plataforma lamenta la «mala» gestión de esta línea ferroviaria, que se ha «agudizado» en los últimos años, lo que «ha incidido de manera directa» en el número de personas que usan el tren a diario, y que -asegura- se ha reducido en un 80% en dos décadas.
En este sentido, afirma que dicho descenso de pasajeros obedece al «mal servicio» ferroviario que se presta, y «de ninguna manera a la falta de necesidad» del mismo.
En cuanto a las incidencias que se desprenden de las campañas llevadas a cabo por la agrupación tienen que ver, sobre todo, con «cancelación de trenes sin previo aviso», transbordos por carretera -en taxis o autobuses-, «grandes retrasos» en los servicios o «imposibilidad» de sacar billete o cancelarlo.
«Todo ello unido al cierre de estaciones, falta de información ante incidencias y falta de personal en los trenes», agrega la plataforma.
HORARIOS QUE SUBEN EL TIEMPO DE VIAJE Y ESCASA OFERTA DE FRECUENCIAS
Y sobre los nuevos horarios introducidos, ha denunciado que con ellos «aumentan los tiempos previstos de viaje», en tanto que la oferta de frecuencias «continúa siendo escasa para hacer frente a las necesidades de la población».
Por todo ello, la plataforma en exige a los responsables de la línea de tren Santander-Bilbao que «tomen las medidas necesarias para apostar por un transporte de calidad, sostenible y que contribuya a la lucha contra la despoblación».
E igualmente les reclaman que no «utilicen el descenso del número de viajeros, consecuencia de su mala gestión, para no tomar dichas medidas».