La oposición avisa de una «enorme litigiosidad» por la tasa Google y de que afectará a pymes e inversiones

Rechaza también la tasa Tobin , porque el coste se trasladará al cliente final

La mayoría de grupos parlamentarios de la oposición en el Congreso han rechazado este jueves el impuesto sobre determinados servicios digitales, conocida como tasa Google , ya que provocará una «enorme litigiosidad» por parte de algunas empresas españolas que ya pagan impuestos en España, al tiempo que afectará a la competitividad española, a las pymes y acabará repercutiendo a los consumidores.

Estas han sido las principales críticas al impuesto durante el debate en la Comisión de Hacienda en el Congreso, que vota este jueves las ponencias y el proyecto de ley del nuevo impuesto con competencia legislativa plena, junto al proyecto de ley sobre las transacciones financieras, conocido como tasa Tobin , que también ha despertado las críticas de la oposición al considerar que «no es el momento» de aplicarlo, al penalizar a pequeños inversores y trasladar el coste al cliente final.

La diputada del PP, Carolina España, ha coincidido en la necesidad de adaptar la fiscalidad al nuevo entorno, pero no de forma «adelantada y unilateral» porque generará «ineficiencias y distorsiones» en un momento en el que España liderará el desplome económico, por lo que ha avisado de que crear impuestos unilaterales «ahuyentará inversiones y hará desaparecer empresas» y «muchas» se llevarán su negocio fuera.

España (PP) ha defendido un impuesto de forma «armonizada y simultánea» en la UE y en la OCDE y ha rechazado que se apruebe unilateralmente, ya que según algún estudio tendrá un impacto negativo de 600 millones y ralentizará el proceso de digitalización y hará a la economía menos productiva y competitiva.

Ha criticado que el Gobierno esté «absolutamente obsesionado con una subida masiva de impuestos» frente a la bajada en países como Alemania o Reino Unido y ha criticado la supuesta «caja B» de Unidas Podemos.

Mario Garcés (PP) ha pedido que se detalle cuándo y cuánto van a aumentar la presión fiscal mientras «juegan al minifundismo», y ha avisado de que la tasa Tobin supone un incremento de costes de capital de transacciones financieras, lo que empeora inversión, crecimiento y el empleo, así como un alza del coste de transacción, con el consecuente desincentivo de ahorradores que quieren invertir, añadiendo que los nuevos impuestos serán «efímeros» y con una recaudación «pírrica».

Asimismo, el diputado de Vox, Rodrigo Jiménez, ha coincidido con Bel (JxCAT) respecto a al agravio para algunas empresas que facturan más de 750 millones pero mantienen empleo, y ha criticado que el Gobierno piense «en sí mismo» con un impuesto para recaudar ya.

Ha vaticinado una «importante litigiosidad» por compañías que operan en España sin establecimiento permanente que tributan en su país y por empresas españolas que paguen un 25% en Sociedades, una imposición de aranceles por parte de EEUU y una carga administrativa «enorme» para identificar las IP.

También ha tildado de «inoportuno» el impuesto financiero, máxime tras el poco éxito de los países (Italia o Francia) donde se ha configurado y habrá dificultades para competir en el mercado de capitales, ya que EEUU y Reino Unido no lo aplican.

Desde Cs, María Carmen Martínez, ha criticado la «unilateralidad» de la tasa y ha avisado que repercutirá en las relaciones exteriores y no se recaudará lo previsto, sino que creará un «problema» en el mundo digital, así como una «doble imposición», por lo que cree que se debería retrasar su aplicación y no aprobarse «deprisa y corriendo».

Martínez cree que «no es el momento» de presentar ni la tasa Google ni la Tobin , sino que hay que mejorarlas.

De su lado, la diputada del PNV, Idoia Zagastizabal, ha defendido que las compañías digitales no deben tener una ventaja sobre las tradicionales y ha pedido que el Gobierno reúna a la comisión mixta del Concierto Vasco y el Concierto navarro en un plazo de tres meses para concertar la capacidad normativa, algo que también ha reclamado para la tasa Tobin .

El diputado de JxCAT, Ferran Bel, ha denunciado el «agravio comparativo» al obligarse a pagar un nuevo impuesto a empresas catalanas y españolas que pagan «religiosamente» sus impuestos en España, frente a otras como Google que «apenas» tienen trabajadores en el país y casi no pagan por el impuesto de Sociedades.

Sobre la tasa Tobin , ha indicado que sus tres enmiendas incorporadas son para clarificar el devengo que se producirá cuando exista la anotación en cuenta.

PSOE Y PODEMOS DEFIENDEN LA «PRISA» ANTE LA CRISIS

Por su parte, la diputada del PSOE Montse Mínguez ha rechazado enmiendas porque se vaciaría de contenido el proyecto y ha defendido si hay «prisa» es porque «es más necesario que nunca» debido a la crisis, y el objetivo es que forme parte del bloque de medidas fiscales que «hay que adoptar», al tiempo que ha recordado que es un asunto que lleva abordándose desde 2018 en el seno de la UE.

También ha negado Mínguez que se gravar a pequeñas empresas ni a startups y ha apuntado que las empresas sujetas al impuesto con establecimiento en España se van a poder deducir del impuesto de sociedades la tasa Google .

Antonio Hurtado (PSOE) ha afeado a Garcés (PP) sus críticas al proyecto de la tasa Tobin cuando su partido es el «autor» originario del mismo y ha defendido que hay que aumentar la recaudación, recordando que el PP subió «todos los impuestos» y aprobó la amnistía fiscal.

«Usted viene a pedir coherencia sin arrugársele la cara, le habría aconsejado tirarse por la ventana sin accidentarse», ha afirmado Hurtado, quien ha negado que la recaudación de 850 millones prevista no es el «chocolate del loro» como han indicado diputados de otros grupos.

De igual forma, el diputado de Unidas Podemos, Txema Guijarro, ve «justo» el impuesto, y ha apuntado que hay «prisa» para sacarlo adelante tras el «paso de tortuga» con que se ha avanzado para su configuración, y ha admitido que se podría haber sido más «audaces» con un tipo más alto, pero hay que ir con «prudencia» para evitar «desequilibrios».

En su opinión, ante un desafío «inmenso» y «milmillonario», la capacidad de recaudación de los nuevos impuestos es «el chocolate del loro», pero cree que hay que avanzar en recaudación para mantener el Estado y los servicios.

En cuanto a la tasa Tobin , ha recordado que lleva «muchos años» para implementarse, que varios países lo han aprobado y ha asegurado que su formación sí quería gravar los derivados.

Por último, Joan Margall (ERC) ha reclamado subir el tipo de la tasa Google del 3% al 5% y que el 50% de la recaudación sea para las CCAA y que la tasa Tobin grave aquellos instrumentos financieros más especulativos y afecte a contratos derivados sobre divisas o materias primas y operaciones de alta frecuencia.

De su lado, José María Mazón (PRC) ve justo el impuesto digital y ha respaldado también la tasa Tobin .

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