La ONU pide a EEUU revertir la designación de los huthis como terroristas y alerta de que provocará una hambruna
El coordinador humanitario de Naciones Unidas, Mark Lowcock, ha pedido este jueves a las autoridades de Estados Unidos que reviertan la designación de los huthis como organización terrorista y ha alertado de las «terribles» consecuencias humanitarias que puede acarrear dicha medida.
En una serie de declaraciones ante el Consejo de Seguridad de la ONU, Lowcock ha señalado que, de seguir adelante, la decisión podría provocar una «hambruna a una escala que no se ha visto en casi 40 años» en territorio yemení.
Así, ha advertido de que se espera que unos 16 millones de yemeníes –de una población de 30 millones– sufra hambruna a lo largo de 2021. «Actualmente hay unas 50.000 personas que básicamente están muriéndose de hambre en el país, lo que supone una pequeña hambruna», ha explicado antes de matizar que «otros 5 millones simplemente se encuentran a las puertas».
En este sentido, ha recordado que todas las decisiones que atañen a Yemen deben tomarse teniendo esto en cuenta. La designación de los huthis como terroristas, ha dicho, hará que algunas empresas dejen de hacer negocios con ellos. «Lo que evitaría una hambruna es revertir la decisión», ha aseverado.
Además, ha afirmado que Yemen importa el 90 por ciento de los alimentos, por lo que los envíos de ayuda humanitaria no serán suficientes para detener una hambruna. «Las agencias de ayuda permiten importar alimentos comprados en el mercado, pero las agencias no pueden reemplazar esos suministros», ha recalcado.
Lowcock ha explicado, además, que las empresas de suministros a nivel global se han puesto en contacto con las partes para avisar de que «tienen intención de alejarse todas a la vez de Yemen». «Dicen que ahora el riesgo es demasiado alto. (…) Temen ser sancionados por Estados Unidos, lo que los dejaría fuera del negocio o los pondría directamente en la cárcel», ha lamentado.
En caso de seguir adelante, ha detallado, los precios «podrían subir hasta un 400 por ciento», lo que haría que las transacciones fueran demasiado caras.
El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, desveló el lunes su intención de designar a los huthis y a varios de sus altos cargos, entre ellos el líder del grupo, Abdulmalik al Huthi, como terroristas internacionales y recalcó que próximamente notificará al Congreso a tal efecto, una decisión criticada duramente por los rebeldes.
Ya entonces Naciones Unidas alertó de que la decisión tendrá probablemente «graves repercusiones humanitarias y políticas», por lo que pidió a Washington que garantice exenciones para proteger la entrega de ayuda en el país.
«Obviamente, estamos estudiando el anuncio del Departamento de Estado, especialmente para valorar el potencial impacto, pero está claro que la decisión tendrá probablemente graves repercusiones humanitarias y políticas», dijo el portavoz de la Secretaría General de la ONU, Stéphane Dujarric.
EL ENVIADO ESPECIAL SE SUMA AL LLAMAMIENTO
El enviado especial de Naciones Unidas para Yemen, Martin Griffiths, se ha sumado al llamamiento de Lowcock y ha insistido en que la designación debería «ser revocada lo antes posible».
«Me adhiero firmemente a la postura de que la decisión va a contribuir a la hambruna en Yemen y por lo tanto debería ser levantada en base a cuestiones humanitarias a la mayor brevedad posible», ha aseverado.
Por su parte, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) ha mantenido una postura similar y ha hecho hincapié en la importancia de revertir la decisión que, según el director ejecutivo, David Beasley, «tiene que ser reconsiderada».
«Tiene que ser reevaluada y, sinceramente, necesita ser revertida», ha expresado también durante una reunión del Consejo de Seguridad. Beasley ha remachado que la designación será catastrófica para Yemen y se convertirá en una «sentencia de muerte» para los «millones de personas inocentes que viven en el país».
El conflicto en Yemen ha sufrido un recrudecimiento durante los últimos meses, pese a los esfuerzos internacionales de mediación, en una guerra que ha provocado la que es la mayor crisis humanitaria mundial. Actualmente, casi el 80 por ciento de la población, unos 24 millones de personas, necesitan ayuda.