La ONU lamenta el colapso del alto el fuego en Idlib y dice que «millones de civiles» están en peligro
Najat Rochdi, la asesora en materia humanitaria del enviado especial de Naciones Unidas para Siria, Geir Pedersen, ha lamentado este jueves el colapso del alto el fuego anunciado la semana pasada en la provincia de Idlib (noroeste) y ha resaltado que «millones de civiles» se encuentran en situación de riesgo.
«Es muy lamentable que el cese de hostilidades que fue anunciado colapsara el lunes y que una nueva ola de violencia amenace de nuevo las vidas de millones de civiles que viven en el área de Idlib, más de un millón de los cuales son niños», ha dicho en un comunicado.
Así, ha indicado que «durante el parón en los combates, muchos civiles habían vuelto a sus casas y están ahora en zonas donde se han reiniciado ataques intensos, lo que les pone en situación de gran riesgo».
Rochdi ha resaltado que «más de 500 civiles inocentes han muerto y cientos más han resultado heridos» desde el inicio a finales de abril de la ofensiva del Ejército contra la provincia de Idlib y zonas adyacentes en Hama, controladas por los rebeldes.
La asesora de Pedersen ha manifestado que los enfrentamientos han dejado además alrededor de 430.000 desplazados –30.000 de los cuales han huido a zonas controladas por el Gobierno– y ha reclamado el fin de los ataques con proyectiles contra zonas en manos de Damasco.
«Los ataques aéreos y con artillería han causado daños considerables a decenas de instalaciones sanitarias, escuelas, mercados, estaciones de agua y otra infraestructura civil», ha lamentado, antes de reiterar que Rusia no ha respondido a las preguntas sobre el uso de la información sobre la ubicación de estos lugares entregada a las partes en conflicto.
En este sentido, ha recordado que «las partes en conflicto están obligadas legalmente a cumplir con el Derecho Humanitario y los responsables de cualquier violación del mismo deben rendir cuentas».
Rochdi se ha pronunciado además sobre el acuerdo entre Estados Unidos y Turquía para establecer un centro de operaciones conjuntas y gestionar la zona segura en la zona norte de Siria y ha resaltado que «actores humanitarios» están «preocupados» por una posible «intervención militar».
De esta forma, ha resaltado que esto «tendría graves consecuencias humanitarias en una zona que ya ha presenciado años de actividad militar, desplazamientos, sequías e inundaciones».
DAR AYUDA «SIN DISCRIMINACIÓN»
Asimismo, ha pedido «mantener» la respuesta humanitaria en el campamento de desplazados de Al Hol, que acoge a unas 68.800 personas, la «inmensa mayoría» de ellos mujeres y niños sirios e iraquíes que salieron de zonas controladas por Estado Islámico tras su derrota militar.
«La protección sigue siendo una preocupación clave», ha dicho. «La ayuda debe entregarse sin discriminación a todos los que la necesitan y los estados miembro deben tomar medidas para garantizar que sus ciudadanos son repatriados según las leyes y estándares internacionales», ha manifestado.
Rochdi ha confirmado además que cerca de 17.700 personas que se encontraban en el campamento de desplazados de Rukban, situado cerca de la frontera con Jordania, lo han abandonado para ir a zonas controladas por el Gobierno sirio.
Por último, ha apuntado a un «incremento de las tensiones y un deterioro de la situación» en las provincias de Deraa y Sueida, en el sur del país, al tiempo que ha dicho que la situación «sigue siendo frágil».